AMOR CIEGO

CAPÍTULO # 37

Damon me fallo, confíe en él y lo único que hizo fue ocultarme las cosas.

Llevo una semana escondiéndome de él, no quiero verlo. Le conté todo a mi mamá y lo único que hizo fue ponerse de su lado.

-Estaba ebrio Astrid, trata de comprenderlo, cuando alguien se encuentra en ese estado no puede controlar sus acciones.-me decía para calmarme. Tenia razón y quizá lo comprendería si no lo hubiera ocultado, pero decidió guardar ese asqueroso secreto y no decirme nada para que no lo odiara.

¿Cómo no odiarlo?. Él mato a mi padre y me dejo ciega. A cambiado mi vida de una manera increíble no comprendo como pero lo hizo.
Lo amo, sí, pero es difícil confiar en alguien que te a traicionado varias veces.

-Hija, piensa con la cabeza fría y no dejes que el miedo y el rencor te sieguen. El chico esta arrepentido y tu lo notaste.-se sentó junto a mi.-Puedo ver como lo quieres, tu padre y yo también pasamos por muchos problemas pero salimos adelante por que sabíamos que no podíamos estar sin el otro. Yo miraba a tu padre de la misma manera en que tu miras a Damon. Jayden me agradaba pero sabia que el no te haría completamente feliz como Damon.-acaricio mi cabello.-piensalo bien mi cielo, no con la cabeza. Con el corazón.-solloce y la abrace fuertemente.

-Gracias mamá.

-Para eso estoy aquí, no me des las gracias.-beso mi frente y me aleje de ella.

-Iré a verlo.-me puse de pie

-Ten cuidado, ya esta obscuro.

-Si no te preocupes.

Salí de casa iba escribiendo un mensaje para Damon, pero debatía con mi conciencia si enviarlo o no. Al doblar la esquina un auto se paro junto a mi.

-Astrid, ¿A dónde vas?.-salio del auto.

-Matt, yo tengo que ir a donde Damon, debo hablar con él.-iba a continuar pero me detuvo.

-Dejalo Astrid, él te lastima de diferentes maneras y aun así vuelves tras él. -se veía molesto.

-¿Has estado bebiendo?.-me aleje de él.

-Mi chica me ignora por pensar en otro. ¿Qué querías que hiciera?

-Agh hablaremos después Matt, primero debo ir con Damon. -comencé a caminar pero me jalo del brazo.

-No. No dejare que te vayas con ese capullo.-me acerco demasiado a él.-Eres mía Astrid, comprendelo.

-Matthew me estas haciendo daño.-trate de zafarme

-Lo siento mi amor pero, es que me provocaste, y sacas lo malo en mi.-me tomo fuerte del rostro y beso mis labios de forma brusca.-Vamos te tengo una sorpresa.-me indicaba que subiera al auto. (Se esta volviendo loco).

-Matthew no puedo tengo que......

-¡¡Dije que subas!!.-grito tan fuerte que me sobresalto.-Por favor.- bajo la voz.

No me quedo de otra más que subir, ya luego iría a hablar con Damon.

Estuvo conduciendo en silencio durante todo el camino. Creí que iríamos a su casa pero, no era así estábamos en otro lugar más retirado y sin señales de vida.

-¿Dónde estamos?.-pregunte asustada cuando se estacionó.

-Es mi casa.-dijo saliendo del auto.

¡¡¿Su casa?!!

-Esta no es tu casa Matt.-dije al entrar a ella.

-No creías que te llevaría a la otra ¿cierto?-soltó una risa.- No. No me arriesgaría a que te buscaran.