Locked In [larry stylinson]

Capítulo 7. Mad at you

—Maldita sea, ¿juntos? ¿Es esto una jodida broma?

—No, no lo es, hemos alquilado siete habitaciones en un edificio para estudiantes, en el campus Oxford, y todos ustedes vivirán ahí hasta que sean un equipo.

Como era de esperarse, el aula se llena de reclamos, quejas y argumentos de las razones por las que esa técnica no tiene sentido

—¡Nuestros padres jamás lo aceptarían!— sobresale la voz de Louis entre todo el bullicio. Y todos asienten en acuerdo.

—Pero ya lo hicieron— sonríe Roger, y saca de su mochila una carpeta, llena de documentos. La eleva en el aire, mostrándola —Aquí se encuentran las solicitudes, firmadas por sus padres—abre la carpeta, exponiendo los documentos —Y aunque fue difícil contactar con algunos...— Harry siente una indirecta muy directa hacia él —... todos están autorizados a vivir ahí.

Los reclamos comienzan de nuevo, y después de un par de minutos, Shan logra silenciar al grupo.

—Esto será así— el equipo presta atención —Elegimos este internado porque tienen edificios de más, ya que este semestre no tuvo cupo lleno, y hay un edificio bastante alejado del campus, el cual está totalmente vacío, por lo tanto no se relacionarán con los estudiantes, alquilamos siete habitaciones, en cada una habrá un chico de Wolves y uno de Rovers, no podrán salir más que un día a la semana, y...

—¿Estaremos seis malditos días encerrados en un edificio? ¿Es en serio?

—Sí, es en serio, habrá un guardia, no deben salir o intentar escapar, el punto de esto es que se vean obligados a convivir en un ambiente no deportivo— mira las expresiones molestas del equipo, y prosigue —Los sábados saldrán por la mañana, y como máximo, deben estar de vuelta el domingo a las seis de la tarde, tomaremos nota de quienes no cumplan esta regla, y estos quedarán suspendidos por tres juegos cuando comience la temporada.

—¿Qué comeremos?

—El edificio tiene una cocina, la cual hemos llenado de provisiones, también hay una sala, ambas en el primer piso, también pueden ordenar comida si así lo quieren.

—¿Y el colegio? ¿No habrá colegio?

—El lugar donde se hospedarán está cerca de ambos colegios, así que pueden caminar hasta sus respectivos colegios, o tomar el autobús, o irse en sus carros; Roger y yo los recogeremos en grupo para ir a entrenar al colegio que corresponda, ya organizarán sus tiempos.

—¿Será como vivir en la prisión, ah? ¿Viviremos como unos jodidos rehenes?

—Si quieres verlo así— se encoge de hombros —Si en algún momento su comportamiento es realmente bueno, y confiamos en ustedes, podrán salir todo el día, todos los días, con la única condición de volver antes de las once.

—Esto es ridículo— reclama Harry, y casi ríe por lo absurdo de la situación.

De nuevo comienzan los reclamos y las peleas entre jugadores, pero esta vez los entrenadores no se molestan en detenerlos. No importa lo que puedan reclamar, argumentar o decir, la decisión se ha tomado, y nada los hará modificarla.

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—No puedo creer que hayas firmado esa mierda— reclama Harry, lanzando una de sus últimas camisetas a la maleta.

—Roger dijo que es lo mejor para el equipo.

—Roger es un idiota— cierra la maleta —Te veré aún menos de lo que ya lo hago, genial ¿no?

—Entiende cariño, quiero lo mejor para ti.

—¿Debo agradecer?— toma su equipaje, que consiste en una maleta de viaje, dos mochilas y una maleta de mano —Nos veremos, entonces, si es que decides avisarme cuando estés en la ciudad— sin más que decir, se va.