Final, capítulo 100. Game cards.

334 26 4
                                    

—Quería que tú me dijeras qué hacer— murmura, con la mirada fija en su propio regazo

—¿Qué?— frunce el ceño, confundido —¿Yo por qué?

—Porque no puedo elegir entre tú y esto—eleva la vista, clavando sus preocupados ojos en las azules orbes llenas de sentimientos encontrados —Simplemente no puedo.

—Así que me dejas el peso a mí ¿no? Eso es injusto.

—¿Por qué?— hace un puchero.

—Porque no podría— baja la cabeza y pretende leer un cómic que dejó en el buró —No podría pedirte que renuncies a tu pasión por un noviazgo... jamás podría pedirte que te quedes sólo por mí— encoge sus hombros, como si no le importase —No me lo perdonaría nunca.

—¿Pero..?— incita, sabiendo que hay algo más.

—Pero tampoco podría decirte que me dejes— finalmente vuelve a mirarlo —Sé que es el colmo de los malos clichés, pero estoy... demasiado acostumbrado a ti.

—¿"Acostumbrado"?— sonríe con cierta burla —Enamorado, querrás decir.

Rueda los ojos, pero una sonrisa abarca sus labios —Pensándolo bien, vete, eres demasiado insoportable.

—"Demasiado"— se burla del uso que el castaño tiene sobre esa palabra, quien simplemente le muestra su dedo medio, y sigue leyendo el cómic

—Sólo digo que siempre estuve en contra de renunciar a un sueño, de algo por lo que has luchado tanto tiempo, sólo para poder tener una pareja, con la cual bien podrías terminar mañana, porque nada dura para siempre... todo eso es romanticismo barato.

—Y siendo el romántico que muy en el fondo eres, también estás en contra de poner el amor como segunda opción— afirma más que preguntar.

—No sé cómo puedo tener ideas tan contrarias.

Louis finalmente eleva la mirada, y se queda observando al rizado por algunos segundos, antes de ponerse de pie y sentarse frente a él —Solamente tú puedes saber que estás dispuesto a arriesgar, que es con lo que sueñas antes de dormir.

—¿Tú qué sueñas?

—Nada en concreto— se encoge de hombros —A veces estoy recibiendo el anillo de quarterback en un superbowl, a veces estoy casado, a veces no, a veces tengo una carrera, a veces no... supongo que no estoy listo para elegir sólo una versión.

—¿Qué harías en mi lugar?

Gatea hacia Harry, hasta que puede recostarse contra su pecho mientras el menor lo rodea con sus brazos. Lo medita por un momento, dándose cuenta de lo que el menor intenta hacer, así que habla con toda la seguridad del mundo —Me iría— dice simplemente —No sé que mierda quiero hacer de mi vida, y no sé cómo lo voy a lograr... pero hay algo de lo que estoy seguro, y es que no quiero quedarme atrapado en esta jodida ciudad por el resto de mi vida.

—Creí que amabas Londres— recarga su mejilla contra la cabeza ajena, acariciándole la cintura al mayor con la yema de los dedos.

—Maldita sea, ¡claro que amo Londres! Joder, esta ciudad es perfecta— se aleja un poco, buscando contacto visual —No hay una sola cosa de esta ciudad que no ame... pero ¡hay todo un mundo allá afuera, Harry! Ni siquiera podemos imaginar todo lo que nos estamos perdiendo— suspira —Por mucho que ames tu ciudad, ese mundo sigue ocurriendo, y mientras más tardes de salir de tu hogar, más te pierdes de lo demás.

Locked In [larry stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora