Locked In [larry stylinson]

Capítulo 34. Tonight I won't be in love.

Shan va al dormitorio durante la tarde del día siguiente, para informarle a los alumnos del Colegio Rovers que deben ir a recoger su horario escolar el día 29 de diciembre, para iniciar las clases el 5 de enero. Por esta razón, ambos entrenadores deciden dejar salir un día antes a todos, ya que les parece injusto para los alumnos de Wolves quedarse castigados por algo que hicieron todos. Sin embargo, la fecha de regreso sigue siendo la misma, el 2 de enero.

—O sea que, ¿podemos irnos mañana? Porque hoy es 28— pregunta Louis, sonriendo.

—Así es, deben estar en el colegio antes de las dos de la tarde, después de eso no habrá quien les entregue el horario.

—Está bien— sonríe, y se dije al cuarto. Harry sube un par de minutos más tarde, y gracias a que aún está guardando el móvil en su bolsillo, Louis deduce que acaba de terminar una llamada telefónica, o acaba de mandar un mensaje.

—¿Qué hay de ustedes?— pregunta el castaño —¿No tienen que ir a recoger el suyo algún día?

—Oh, no— se sienta —El colegio lo manda por correo, no es necesario ir allá.

—Cuanta modernidad— murmura.

El rizado se encoge de hombros —Menos burocrático.

—Claro— mira hacia abajo —¿Sabes algo?

—¿Qué cosa?

—Taylor me preguntó por tu número de calzado— sonríe —¿Van a tener un aniversario o algo parecido?

—¿Qué?— frunce el ceño —Ni siquiera estamos saliendo.

—¿No?— sonríe —Uno pensaría diferente.

—Nos vemos de vez en cuando para tener sexo, nada más.

—Interesante— murmura.

—De hecho, voy a verla antes de irme— más que siguiendo la platica, suena como si estuviese haciendo planes en voz alta.

—¿Irte? ¿A dónde?

—Saldré de viaje para Año Nuevo.

—Así que tendrán sexo de despedida ¿uh?

—Si quieres llamarlo así...— se encoge de hombros.

El mayor se queda de pie en su lugar, mirando a la pared mientras pretende buscar algo en su mochila.

—¿Sabes algo— insiste.

—¿Ahora qué?

Suspira —No creo que Taylor y tú se convengan.

El rizado lo mira con una ceja alzada —¿Y eso por qué?

Louis se encoge de hombros —Les gusta andar con muchos.

—¿Y? No somos exclusivos.

—Justo eso dije y me queda claro— farfulla, sin intenciones de ser oído.

—¿Alguna otra razón?— provoca, intentando orillar al castaño a explotar.

—No es saludable tener tantas parejas sexuales.

—¿Por qué? Siempre uso protección.

El castaño lo mira, perspicaz —¿Y por qué, maldita sea, no lo usaste conmigo?— exclama molesto.

—¡No tuve tiempo de pensar en eso! De un momento a otro ya estábamos... en eso.

En el fondo, quizás no tanto, Louis disfruta escuchar eso. Sonríe a la vez que rueda los ojos —Ya sé que soy irresistible— bromea.