Locked In [larry stylinson]

Capítulo 29. Go make a scene.

Louis despierta varias horas más tarde, casi cuatro. Sigue desnudo, y Harry aún no vuelve a la habitación.

Frota su rostro con ambas manos, para terminar de despertarse, y también por la frustración. Se queda recostado sobre su espalda, mirando al techo, hasta que recuerda que estaba hablando con Eleanor. Así que se apresura a buscar su móvil, recordando que Harry lo apagó antes de haber... hecho eso.

Lo encuentra a un par de metros lejos de la cama, debajo de su bóxer. Suspira, molesto. Enciende el teléfono mientras se dirige al baño, dispuesto a tomar una ducha.

Tiene tres llamadas perdidas, todas de Eleanor, y dos mensajes también de ella.

"Creo que no es un buen momento, ¿cierto?"

"Hablamos cuando él no esté alrededor ¿está bien? Te amo"

El chico sonríe, y entra a la ducha. Se queda bajo el chorro, sin moverse en lo absoluto, solo disfrutando del agua golpeando su piel. Siente una punzada en su espalda baja, y maldice en voz alta. No tiene idea de que se hace en esos casos, así que sale rápidamente del baño, porque estar de pie le causa molestia. Se pone un pijama de franela, sin ropa interior, porque no sabe si eso le causará dolor, y siendo francos no quiere averiguarlo.

Se acuesta boca abajo, y llama a su novia.

—¿Hola?— dice la chica.

—Hola, ¿qué pasó?

—¿Qué pasó?— pregunta, sin entender a que se refiere.

—Hum, ya sabes, perdón por lo de antes... ya conoces a Harry.

—No realmente— ríe cortamente —Pero, dado lo que dijo, no quería que habláramos ¿uh?

—Es raro, no sé— se remueve sobre el colchón, dándose cuenta de que las sabanas están sucias —Mierda— murmura, asqueado.

—¿Eh?— pregunta la chica, confundida.

—No, nada, no— se apresura a decir, nervioso —Pisé un insecto, solo eso.

—Ah— se queda en silencio —Bueno, me tengo que ir, papá ha llamado a cenar.

—De acuerdo, hasta luego... te amo.

—Te amo también, adiós— y termina la llamada.

El castaño se pone de pie, con cuidado de no tocar la suciedad en su cama. Sale de su habitación, con cierta dificultad, y con el torso descubierto. Mira a ambos lados del pasillo, por si acaso ve al hombre de la limpieza; para su mala suerte, no lo hace.

Suspira, y vuelve adentro, para mirar por la ventana. Siendo tan grande su infortunio, tampoco lo ve desde ahí.

Sin querer hacerlo, toma su celular, y marca. Suena tres veces antes de que finalmente sea atendido.

—¿Hola?— suena ronco, casi adormilado.

—Humm...— de repente, se siente inseguro —¿Podrías mandar al hombre de limpieza a la habitación? Necesito...— traga saliva, no queriendo decirlo —... que cambie mis sábanas.

Harry ríe en silencio —¿Ah, si? ¿No te gusta esa semilla varonil?— dice con burla. Louis puede notar que habla en voz baja, casi en murmullos, e incluso cree escuchar el sonido de los pantalones siendo manipulados.