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Gideon fue el primero en acercarse al cronógrafo para elapsar, pero al introducir su dedo en aquel aparato nada ocurrió, él palideció y miraba del cronógrafo a mi, y yo no sabía como reaccionar ¿Que era lo que sucedía? ¿Por que no desaparecía?

-Inténtalo de nuevo. -Le ordenó Falk a Gideon.

-Ya lo he intentado, Falk, 5 veces, ¿Es que no ves?-Sus ojos verdes mostraban algo que yo no podía descifrar, pero su cuerpo mostraba un poco de nerviosismo.

Nunca le había visto hablarle así a Falk, pero la tensión del momento fue la que hizo que nadie le diera importancia.

Gideon introducía su dedo en el cronógrafo una y otra vez y no sucedía nada, Falk había comenzado a caminar de un lado a otro, Míster George trataba de dar opciones del por que no funcionaba el cronógrafo, las cuales ninguna me resultaba lógica, y yo lo único que hacia era ver como Gideon perdía cada vez más la paciencia...

-Deberías de probar con el otro cronógrafo-Al fin Míster George decía algo coherente.

Falk salió prácticamente corriendo a por la llave del otro cronógrafo, Gideon se revolvía el cabello frenéticamente, tener ahora su cabello más corto lo hacia fácil, no se notaba mucho que se encontraba despeinado y, a decir verdad, lo hacía ver sexy, pero no era tiempo de pensar en eso.

Falk regreso unos minutos más tarde con el otro cronógrafo en manos, regreso algo agitado y le ordenó a Míster George programarlo.

Gideon intento una vez más en este cronógrafo, más, sin embargo, él no regresaba al pasado.

-Tal vez deba intentarlo yo-Hable por primera vez en un buen rato, pero no obtuve una respuesta satisfactoria.

-No, tú no iras sola-Dijo Gideon fríamente, sin verme, el observaba cautelosamente el cronógrafo.

Le observe, y justo cuando iba a protestar, Falk me mando a regresar a su casa asegurándome que en cuanto solucionaran el problema mandarían a por mi. No me agradaba la idea, pero decidí no protestar, sino solo lograría ponerle más nervioso.

Odiaba que me dejaran fuera de nuevo, incluso después de todo lo que había pasado, realmente esperaba que eso cambiase algún día.


Antes de ir a casa de Falk pedí que me llevaran a rentar una película, no quería seguir pensando en todo este asunto, mucho menos quería pensar en Gideon y Xemerius no me iba a ayudar en eso, así que hice un trató con él y escogió la película, para mi sorpresa fue una de James Bond me iba a ser muy fácil no pensar tratando de descubrir los planes del villano.

Al terminar de ver las dos horas que duraba la película, no sabia nada de lo que pasaba en el Temple así que mande a Xemerius para que me pudiera informar que sucedía ya que estaba segura de que ellos nunca me dirían todo lo que en realidad sucedía, supongo que nunca me tendrían suficiente confianza, Xemerius aceptó con la condición de mañana rentar otra película y el volviera a elegirla, al menos no me había pedido un gato.

No había pasado mucho tiempo desde su partida cuando recibí algunas llamadas, las primeras veces las había ignorado, pues era número desconocido y Falk me había prohibido contestar a cualquiera, pero después de tanta insistencia conteste.

-Vuelves a rentar una película sin invitarme a verla y después ignorarme tantas veces y juró que te ahorcarte.

Casi tiro el celular de la emoción, habían pasado varios días desde que no hablaba con ella, era una sorpresa recibir su llamada.

DiamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora