14

533 23 2
                                    

-...No te preocupes, ya ha entrado. Gracias.-Dijo Charlotte al teléfono en cuanto entre a la casa.

Todos me observaron, Grace y Caroline llevaban lagrimas en las mejillas mientras que Falk las mantenía abrazadas contra él,  Nick tenia fuertemente abrazada a Tía Maddy y ambos tenían los ojos llorosos, Tía Glenda y Lady Arista que tenían la cabeza agachada cuando entre me miraron con un brillo de alivio marcado en sus ojos, Leslie lloraba abrazada de Sophi que tenia lagrimas acumulándose en sus ojos, Chalotte estaba temblando mientras colgaba el teléfono y me veía sonriéndome de lado...

Mi estomago se revolvió... todos estaban ahí por que se habían preocupado por mi. Incluso Charlotte y Tía Glenda.

-Sándwiches de queso, para los que tengan apetito.-Raphael salió de la cocina sin mucho animo con una bandeja llena de sándwiches, que cuando me vio salió disparada hacia el suelo.

El ruido que hizo al caer y romperse en varios pedazos hizo que todos reaccionaran por lo que pronto estaba rodeada de brazos que me asfixiaban, brazos de personas que me querían y sin importar los riesgos estaban aquí por mi.

-¿Saben? Me están ahorcando.-Dije un poco divertida con alegría de verlos a todos.

Se fueron apartando poco a poco de mi, a excepción de Grace que me apretaba a su cuerpo como si fuera su oso de felpa favorito. Me zafe de su agarre sintiendo un nudo en el estomago cuando vi su cara, sus ojos rojos e hinchados me miraban cpreocupada. Me dolía verla así, yo era su hija de corazón y sabia lo mucho que me quería, no quería perderla.

-¿Estas bien?-Me pregunto preocupada, tomando mi cara entre sus manos examinándome como a una niña pequeña que se ha caído del columpio.-Por un momento... temí lo peor.

Era mala mintiendo, no sabia como lograría todo esto, y ella me conocía perfectamente, se daría cuenta de todo, no estaba preparada para dar mi mejor actuación, así que seria mejor salir lo mas pronto de ahí, si me cuestionaban seguro podría confesarles todo lo dicho por el Conde.

-Has dicho que venias desde Galloway Community Hospital, ¿Cómo llegaste ahí?-Pregunto Gideon sonando firme y dulce a la vez.

Le odiaba por decirlo, ahora no podría salir de ahí pronto y yo necesitaba estar sola, descansar, pensar que que haría ahora.

Todos me miraban preocupados y yo me sentía terrible, el tono de voz que Gideon había utilizado dejaba en claro que no aceptaría una evasión del tema, tenia que contar algo sobre lo que había pasado pero no quería que todos se enterasen y se preocupasen más, Grace no se separaría de mi si le decía que me habían atropellado, pero no tenia otra escapatoria, todos me observaban y así no podía pensar con claridad y mucho menos mentirles...

-Digamos que al Conde se le ocurrió la magnifica idea de ir hasta Distrito de Eden donde esta mas desierto que nuestra casa en estos momentos para después pasarme un auto por encima-Grace me miro horrorizada pero la ignore, si no estuviesen viéndome todos seguro me habría abrazado a ella por el miedo que sentía en estos momentos.-Estoy bien gracias al hecho de que soy inmortal y una buena persona, que ahora se encuentra golpeado por que es la forma mas amable que encontró Gideon para agradecerle, me llevo al hospital. Ahora, si no les molesta, iré a darme una ducha...

-Les dije que era una señal, que algo le había pasado...-Comenzó a chillar Grace.-Les dije que no podía ser una coincidencia, que había sido un mal presentimiento...

Me comenzaba a dirigir hacia la habitación que tenia en casa de Falk decidida a salir de ahí, pero una mano me detuvo impidiendo que siguiera caminando, Gideon me sostenía fuertemente y me miraba serio aunque pude hallar cierta pizca de preocupación en sus ojos.

DiamanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora