—Un desastre bio-químico provocaría el caos en nuestra sociedad, además de repercuciones tanto al medio ambiente como al ser humano, por esa razón siempre hay que ser precavidos y debemos estar preparados para todo....—La explicación del profesor era ajena a mi, pues no entendía nada de lo que decía, estaba distraída observando a través de la ventana que tenía al lado. El panorama era mucho más interesante que la clase y como el salón estaba en la segunda planta, eso mejoraba aún más la visión del exterior. Más allá, cerca del límite de la escuela, había una pareja de adolescentes, seguramente se habían saltado alguna asignatura, también podía apreciar el hermoso césped recien cortado. Y lo rayos del sol junto con las gotas de aguas del aspersor, creaban un escenario casi irreal. Solté un suspiro, deseando poder estar ahí y sentir él césped bajo mis pies, en lugar de estar encerrada en las cuatro paredes del salón.
—Señorita Odri. ¿Está prestando atención?—Dijo el maestro notablemente molesto.
En el momento que mencionó mi nombre toda la clase volteó a verme, en varias miradas percibí confusión, querían saber que estaba haciendo para que el maestro se dirigiera a mi.
—Si...—Respondí nerviosa. Mi tono de voz me delató eso hizo que él volviera a preguntarme.
—Muy bien. ¿Me puede decir de que estábamos hablando?—Su pregunta era como un reto de su parte, o por lo menos así lo había sentido.
—De ¿átomos?— Mi respuesta sonó más como una pregunta que como una afirmación, pues en realidad no sabía de que hablaban.—No, ahora preste atención a la clase sino quiere que la cambie de lugar.— Dicho esto dejó de mirarme y se dió la vuelta para seguir hablando.
El resto de la hora estuve viendo por la ventana, haciendo caso omiso a la advertencia del maestro.
El día transcurrió lentamente, y cuando escuché la campana de la hora de salida estuve muy agradecida, igual que siempre en la escuela no hubo ninguna novedad. Y las asignaturas que tenía se me hacían de lo más aburridas, por eso escogía los asientos que estaban en la orilla, cerca de la ventana y en la parte de atrás, así evitaba que los demás chicos y chicas del grupo se fijaran en mi. Pues no todos me agradaban y entre menos charlara con ellos mejor. La única persona con la que había forjado una amistad era con Lucas, pero para mi desgracia no coincidiamos en horas, ni en nada.Regresé a casa y a pesar de que me sentía cansada aún me quedaban muchos ánimos para hablar y pasar un rato con mi mamá. En el momento en que puse un pie dentro de la casa y cerré la puerta, ella apareció por el umbral de la cocina, cosa que me sorprendió demasiado, pues ella detestaba cocinar.
Al verme sus ojos se le iluminaron y me dedicó una gran sonrisa.
—¡Hola¡— Exclamó feliz.
—Hola mamá.—Contesté de igual manera, y proseguí— ¿Cómo te fue en el trabajo?
—Bien. Y por primera vez salí temprano. Sin embargo creo que más tarde iré de nuevo.—El tono de voz que empleó fue uno lleno de cansancio. En ese instante comprendí que no le apetecía volver.
—Oh, que lástima que tengas que regresar. Pensé que podíamos pasar la tarde juntas. Ya sabes una tarde de "chicas".—Dije haciendo con las manos comillas en el aire.
Entonces recordé que yo tampoco estaría en casa durante toda la tarde, porque mi mamá me llevaría al Centro Comercial ya que Lucas me había invitado al cine desde hace algunos días, pues estaba ansioso por ver el estreno de una película que había estado esperando mucho. Su gemelo Nicholas y su novia Mary, también nos acompañarían a la función, sólo que nos encontraríamos con ellos allá, mi mamá sólo nos iría a dejar y luego tendría que volver a su trabajo.
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El VIRUS [En Edición]
Science FictionEn un día normal fue cuando todo sucedio. Las plantas de electricidad dejaron de funcionar y los medios de comunicación también se volvieron inservibles. Esos fueron los primeros pasos para dar paso a la terrible e inevitable catástrofe que se cerní...