Miedo... miedo es lo que sentíamos, miedo de perder a una amiga, miedo de morir, pero a lo que más le temíamos era olvidar quienes realmente éramos y de donde veníamos.
Años, meses, semanas e incluso horas podrían pasar y nosotros dejaríamos todo lo fuimos alguna vez, cambiaríamos, el tiempo eso es lo que hace, transforma a las personas,modifica sus vidas, unas veces los cambios que ocurren son buenos, pero otras veces simplemente es horrible ver en que tipo de ser humano te has convertido.
Pero yo no permitiría cambio alguno en mi vida y si es posible haría lo que fuera para impedir que el tiempo hiciera que olvidara.
-Odri, llegamos.-Me llamó Lucas, sacándome de mis pensamientos, ni siquiera me había percatado de eso, así mismo de que el cielo empezaba a teñirse de hermosos tonos anaranjados, amarillos y rojos. La tarde había caído tan rápido.
Me bajé del auto, tome mi mochila junto con mis flechas y caminé directo a la puerta. Me disponía a tocar cuando esta se abrió de repente asustándome. Mi madre era la que estaba parada en el marco de la puerta, parecía aliviada de vernos a salvo, con una seña nos indicó que entráramos, sólo la seguimos, al llegar a la sala vi que todos se encontraban ahí, ellos al observar que éramos nosotros, suspiraron llenos de alivio.
-Conseguimos los medicamentos.-Hablé por primera vez desde que llegamos; Puse la mochila sobre uno de los sillones y rebusque entre todas la cosas, hasta que encontré una bolsa que contenía todo lo necesario para salvar a Mary, si dudarlo le entregué todo a mi mamá.
-Gracias, hija.-Respondió en un apenas audible susurro.
Únicamente le sonreí, no me sentía con mucho ánimo y lo que sucedía no servía de nada para levantarmelo.
Me alejé de la sala, no le dije nada a nadie, tan sólo me fui. Miraba distraídamente atraves de la ventana de mi habitación , afuera todo lucía demasiado tranquilo, era demasiado bueno para ser verdad, el hecho de que hubiera tanto silencio y tranquilidad comenzaba a preocuparme. Pero decidí callar al respecto.El sol estaba a unos cuantos minutos de ocultarse,permitiéndome ver un poco más, fue entonces cuando a la lejanía vislumbre unas figuras, estas parecían tan pequeñas a la distancia, pero conforme caminaban empezaban a hacerse más visibles. Esto no estaba nada bien,esas figuras cada vez eran más; El sonido de un claxon llegó hasta mis oídos, busque de donde provenía el ruido, como lo imaginaba, este era producido desde afuera; No podía creer lo que mis ojos veían.
Me alejé de la ventana, tome mi arco, el cual minutos antes lo había puesto sobre mi cama, y me encaminé hacia la sala. Por cada lugar por el que pasaba, solo escuchaba silencio. Al llegar a las escaleras apresuré el paso, al pisar el último escalón de estas, me detuve porque casi resbalaba. Lucas se dio cuenta de mi torpeza, ya que una sonrisa se asomó por la comisura de sus labios. Avance directamente hasta él, noté que mi acción lo asustó, además por la expresión que no abandonaba mi rostro.
-¿Sucede algo?-Preguntó desconcertado.
-Ni te lo imaginas, acabo de ver algo terrible...-Dije ganándome la atencion de los presentes.
-Odri, ¿Qué fue lo que viste?- Cuestiono mi mamá, mi miraba expectante en espera de mi respuesta.
-Muchos infectados vienen hacia acá, porque ese claxon los esta atrayendo hasta nosotros.- Expliqué moviendo mis manos con nerviosismo.
-Lucas, ¿Podrías ver de dónde proviene el sonido?- Inquirió mi ella.
Sin responder, él se alejó y fue hasta la ventana, observé como lentamente retiraba la cortina, así podría apreciar mejor el exterior. No sé como sucedió, pero segundos después una lluvia de cristales caía sobre nosotros. Como acto de reflejo llevé mis manos a mi cabeza y la cubrí lo mejor que pude. Una vez que dejaron de caer cristales, con la mirada busqué a Lucas.
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El VIRUS [En Edición]
Science FictionEn un día normal fue cuando todo sucedio. Las plantas de electricidad dejaron de funcionar y los medios de comunicación también se volvieron inservibles. Esos fueron los primeros pasos para dar paso a la terrible e inevitable catástrofe que se cerní...