Narra Chris:
Nuestros cuerpos se mezclaban con la obscuridad de la madrugada, el frio arremetía contra nosotros y calaba hasta nuestros huesos, pero esto no impidió que continuáramos nuestro camino. Nadie hablaba y un silencio sepulcral se había instalado entre todos. La mamá de Odri nos indicaba el camino que debíamos seguir para no perdernos, el bosque era enorme y la noche lo hacia ver aterrador. Esta situación era realmente incomoda.
Damián caminaba al lado de Verónica, mientras que los demás íbamos atrás. Llevábamos bastante tiempo caminando y lo sabía porque mis pies dolían demasiado, mi cuerpo pedía descansar.-¿Podemos parar?- pregunté agotado.
-Si, creó que todos necesitamos descansar un momento- habló Damian y con su mirada recorrió el sitio en donde habíamos parado.
El suelo estaba cubierto de hojas secas las cuales crujian bajo nuestro peso, este lugar era un claro, la luna se veía perfecta en cualquier parte que estuvieras parado.
-Haré guardia- se ofreció voluntariamente Edward, pero sus palabras me hacían desconfiar de él por alguna razón muy rara -Traten de dormir -Fue lo último que oí antes de que mis parpados se cerraran.
Un escozor en las muñecas hizo que me despertara, pero no puede ver nada ya que mi cabeza estaba cubierta con un saco negro que provocaba una sensación de asfixia. Podía sentir que íbamos en un auto, debido a los movimientos eran muy bruscos.
Agucé el oído, manteniendo un instante de tensión, intentnado escuchar algo, las voces de las personas que conversaban se oían cerca, la conversación atrajo mi atención, fingí que aún dormía para no ser descubierto, además de que no tenía mi arma para defenderme.-Hiciste bien en traicionarlos, yo mismos me encargaré de que recibas lo que mereces- dijo una voz masculina- Por el momento necesito que sigas con ellos, para no levantar sospechas.
-Claro señor- respondió una voz muy familiar.
-La compañía quiere saber que planea la doctora, si llegará a encontrar la cura sería catastrófico para nosotros, no nos conviene nada de eso y mucho menos a ti. - el tono de el hombre infundía respeto pero también miedo.
Después de eso no logré escuchar más, porque el auto se detuvo y nos obligaron a bajar, dos hombres me llevaban a rastras por lo que suponía era un pasillo.
Repentinamente quitaron el saco de mi cabeza, mi visión fue borrosa por unos segundos, pero se fue acostumbrando a la luz hasta que observé todo con claridad.
Me empujaron detron de un cuarto sucio y maloliente, para mi sorpresa Vero, Edward y Damian estaban arrodillados a mi lado y sus rostros mostraban confusión.-Bienvenidos sean todos- sonó la voz de un hombre a lo lejos.
-¿Quien eres? y ¿Qué es lo que quieres? - grité.
-Tranquilo, tu no tienes nada que me interese - ante nuestros ojos apareció un hombre alto, delgado y tan blanco cómo la nieve, él cual no debería pasar los cincuenta años, vestía un elegante traje negro lo cual demostraba que era un importante hombre de negocios.
-Mi estimada Doctora Verónica, nos volvemos a encontrar después de tantos años- dijo con veneno en cada una de sus palabras.
-Lo mismo digo Frederick- escupió Vero.
-Como siempre tan agradable, en fin, no los traje aquí para charlar. - no lo conocía pero ya me caía mal - Quiero que hagas una cura.
-Como si fuera tan fácil, y si asi lo fuera jamas la haría para ti- ese lado de ella no lo conocía.
-Te lo pediré una vez más, harás una cura y mi empresa se encargará de darsela a las personas que pagen lo suficiente por ella- y comenzó a caminar hacia Verónica.
-Date cuenta, estamos jodidos, el virus se expande más rápido de lo que crees, no se puede hacer nada- y sin más Frederick jaló del cabello de Vero y la llevó lejos de nosotros.
-Muy bien, no aceptaste por las buenas, pues sera por las malas- llamó a tres hombres y les susurró algo al oído, pero no debería ser nada bueno ya que el rostro de Verónica se descompuso al instante.
-Haré la cura, pero con la condición de que los dejes ir - suspiró derrotada.
-Esta bien, saquenlos de aquí- habló haciendo una seña que no comprendí.
Antes de salir ella me dedico una mirada de disculpa.Los hombres nos llevaron fuera del edificio donde nos tenían retenidos, lo más sorprendente fue que seguíamos en el bosque, el edificio estaba situado aquí.
Nos adentramos en el bosque, ellos caminaban atras y nosotros sólo caminabamos sin rumbo fijo.
Cuando volteamos, ellos nos apuntaban con sus armas, intenté liberar mis manos, pero lo único que conseguí fue provocarme unos feos cortes.Cerre los ojos y esperé los disparos, pero estos nunca llegaron, abrí los ojos, dos infectados se habían abalanzado sobre ellos, ahora los devoraban.
Un arma estaba cerca, pero eso se suponía arriesgarme. Los infectados estaban muy concentrados en comer que no me dieron importancia cuando caminé hacia ellos, una rama tronó debido a mi peso y ahora si tenía su atención, retrocedí en un acto de reflejo, pero no tenia oportunidad contra ellos. Presentía mi muerte, estaban demasiado cerca, unos silbidos sonaron cortando el aire y dos infectado cayeron sobre mi llenandome de sangre. Vi quienes eras mis salvadores, pero ellos no venían a salvarnos, venían a matarnos.
Sin esperas más comencé a correr esquivando los árboles, en varías ocasiones caía a causa de que mis piernas se encontraban entumidas, no me detuve hasta asegurar que estaba lo suficientemente lejos. Encontré un pequeño arroyo, me arrodillé en la orilla y me incliné a beber agua, sin importar si estaba limpia o sucia. Luego me acosté sobre las hojas secas y observé que ya era de día. Me paré y volvía a caminar, tenía que encontrar a mis amigos para contarles lo que había sucedido.
Mis pies me dolían y mis muñecas ardían como nunca, mi mente trató de no concentrarse en eso y en ese instante recordé lo que escuché en el auto, un traidor estaba con nosotros,no descansaría hasta escontrarlo y desenmascararlo.
Murmullos hacían eco en el silencio del bosque, corrí, cuando estuve cerca me di cuanta de que eran mis amigos y empecé a decir.-Se la llevaron, se los llevaron.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Este capítulo lo narra Chris, porque fue lo que ocurrió mientras Lucas y Odri estaban sólos, esperando a que hayaran a Mary y a los demás.
Espero que les guste.
Nos leemos el Viernes.
ESTÁS LEYENDO
El VIRUS [En Edición]
Science FictionEn un día normal fue cuando todo sucedio. Las plantas de electricidad dejaron de funcionar y los medios de comunicación también se volvieron inservibles. Esos fueron los primeros pasos para dar paso a la terrible e inevitable catástrofe que se cerní...