Capítulo 24

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Frío y humedad eran las palabras que describían a la perfección las catacumbas. Habíamos decidido usar esta ruta, porque era más segura; Ir por la carretera no era una buena opción, no sabíamos que encontraríamos por ahí, además otra cosa que nos alarmaba era que los infectados habían dejado de aparecer y de eso hacia ya bastante tiempo.

Este lugar era desagradable, podía sentir como las ratas pasaban entre mis pies. Los chicos iban adelante de mi por eso no se habían percatado de esto. Chris caminaba deprisa, lucía incómodo y molesto. Lucas sólo mantenía una expresión neutral, no demostraba lo que sentía.

El silencio llenaba las catacumbas, lo único que se escuchaban eran nuestras pisadas y algunas gotas de agua que hacían ruido al chocar contra los charcos. Cada quien llevaba su propia linterna, así iluminabamos más y evitabamos caer o tropezar con las piedras.

-Odri...-Susurró Lucas creyendo que no lo escucharía.

-¿Que pasa?.-Pregunté también susurrando.

-¿Saldrá todo bien?.-Respondió con otra pregunta.

-Eso espero.-Murmuré para mi misma.

Eso fue todo lo que dijimos, durante el resto del camino nadie pronunció palabra alguna, sólo caminabamos, ambos chicos parecían perdidos en sus pensamientos.La aburricion se había hecho presente, lo único que lograba distraerme era observar todo lo que nos rodeaba, aún que esto no fuera agradable.

Según las indicaciones de Chris, faltaba muy poco para llegar, pero para poder salir de aquí debiamos buscar una tapa de color de gris. Esa tapa estaba hecha de concreto por lo que costaría un poco de trabajo levantarla.

-¡Aquí está!-Gritó Chris, el estaba unos metros más adelante, por lo que su grito resonó varias veces debido al eco.

Lucas y yo corrimos hasta donde estaba él, ambos chicos guardaron sus linternas, para poder levantar la tapa, yo intenté ayudar, pero era demasiado pesada, así que sólo retrocedí y esperé.

Observé como una fina capa de sudor los empezó a cubrir debido al esfuerzo que estaban haciendo; La tapa se comenzaba a abrir, preparé mi arco, estaba lista para atacar, contuve la respiración imaginando como los infectados nos atacaban, pero nada sucedió. Abrí los ojos, ni siquiera sabía en que momento los había cerrado. Miré a los chicos y los dos estaban bien.

Con pasos lentos caminé hasta la salida, con mucha precaución asomé la cabeza, todo se encontraba vacío, no había nadie aquí, fui la primera en salir, una vez afuera les indiqué a los chicos que salieran. No los esperé, me alejé de ahí, recorrí una parte del cementerio, algunas lápidas estaban cubiertas con sangre, incluso en el suelo habían unos cuantos cadáveres de infectados, parecía que alguien peleó para salvar su vida.

Escuché las pisadas de Lucas y Chris, por eso continúe con mi camino, a unos cuantos metros de nosotros estaban las rejas del cementerio, pero estas estaban destrozadas. Seguí avanzando, antes de la salida decidí detenerme, un cuerpo había llamado mi atención, me acerqué despacio, tenía una flecha preparada para disparar; Mis ojos escocieron al ver tan terrible imagen, frente a mi estaba el cuerpo maltrecho de Arzalea, despedía un olor putrefacto insoportable, esto había ocurrido hace días, ella no había podido huir de tan horrible final.

-Vamos, Odri.-Dijo Lucas tomando mi brazo y tirando de el.

Recorrimos varias cuadras, por donde pasábamos veíamos autos abandonados y papeles regados por en el suelo, en todo el trayecto no pude sacar de mi cabeza la imagen de el cuerpo destrozado de Arzalea, intenté olvidarme de eso pensando que lo tenía bien merecido por habernos traicionado; Según las indicaciones dadas por mi mamá faltaba poco para ver la farmacia y su símbolo, el cual era una gran cruz roja, tan típico de esos lugares.

El VIRUS [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora