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Me quiero disculpar con ustedes por hacerlos esperar tanto, pero bueno aquí esta el capítulo.
También quiero decirles que ya son los últimos capítulos de la historia, en total serán 25, tal vez se les harán un poco aburridos, pero tengo preparado un gran final.
Bueno eso es todo, nos leemos pronto.
Bye 👋~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Narra Odri:
Horas, minutos, segundos, todo estaba en nuestra contra, Mary agonizaba, la perdida de sangre causó que se desmayara, mi mamá hacía lo que podía para de salvar su vida, corria a todos lados en busca de lo necesario para extraer la bala del hombro de Mary; Todos lucían frustrados, y tenían unas feas ojeras, necesitábamos dormir, pero eso no sería posible, debíamos estar alerta para evitar ser sorprendidos; Minutos después de entrar a la casa, los disparos cesaron, aún qué eso fue tranquilizador, también nos alteró, la camioneta desapareció junto con los dos hombres, se fueron sin dejar rastro, pero lo que más me aterraba, era que un francotirador podía estar apuntándonos en este momento y ni cuenta nos daríamos.
Para estar más seguros se acordó que todos dormiríamos en la sala, además podríamos turnarnos para vigilar, y también para cuidar a Mary, su estado era crítico, estaba palida y su respiración era lenta, en ocasiones entrecortada. Estaba preocupada por ella, sólo esperaba que se mejorara, otra perdida no ayudaría en nada, y mucho menos podría con la muerte de una gran amiga.
Tienes que recuperarte Mary, te necesitamos, pensé.
Nicholas era el más afectado, su angustia era demasiado notoria, sus expresiones corporales lo demostraban, él estaba sentado en el sofá ubicado enfrente de su novia, tenía el rostro enterrado entre sus brazos y se pasaba las manos por el cabello, en señal de frustración, ver lo así, me daba tristeza, por eso decidí acercarme y hablar con él.
-¿Cómo te encuentras?-Pregunté, sentándome a su lado.
-Mal.-Respondió con la mirada clavada en el suelo.-Odri, yo la quiero.
-Lo sé.-Dije, él levantó la cabeza y vi sus ojos llenos de lágrimas.
-No soportaría perderla.-Comenzó a llorar, no supe que hacer o que decir y me quedé estática.
-Tranquilo, todo estará bien.- Fue lo único que dije cuando paró de llorar.
-Gracias por intentar animarme.- Dicho esto, Nicholas volvió a adoptar su postura inicial.
Suspiré ruidosamente, para luego buscar a Lucas, él estaba recargado en la pared continua a la cocina, su mirada estaba fija en una fotografía de cuando éramos niños, hasta que giró la cabeza y al darse cuenta que lo veía,sonrió.
Me levanté de mi lugar para ir hacia Lucas,esquivé a Lizzie y Chris, pero al pasar al lado de ellos, Chris me miró de una manera que no supe descifrar, ya que nunca me había visto así.
-Lucas.-Susurré al estar a su lado- Sí quiero ser tu novia.-Al decir esto sus ojos brillaron de una forma muy especial.
Me tomó de la cintura y acortó el espacio que había entre ambos, sentí su aliento chocar contra mi cara y en pocos segundos sus labios ya estaban sobre los míos, el beso que en un principio fue tierno, comenzó a intensificarse, hasta que nos separamos por la falta de aire.
-Te quiero.-Susurró contra mi oído.
-Yo también te quiero.-Contesté mientras ponía mi cabeza en su pecho, él me envolvió con sus brazos. En ese momento fue como si el mundo se detuviera a nuestro alrededor y todas las cosas malas desaparecieran, se sentía realmente bien.
-Hey, par de tortolos.-Gritó mi mamá avergonzandonos.-Necesito que vigilen, Lucas tu cuidarás el frente y Odri la parte de atrás de la casa, si ven algo me avisan.
Miré a mi novio, para despedirme, él hizo lo mismo y después cada quien fue a su lugar asignado, en este caso, me tocó ir a la cocina, esa era la parte trasera de la casa, el único problema es que una gran puerta de cristal abarcaba la mitad, haciendola un sitio inseguro.
Cuando entré, caminé alrededor de la barra para evitar ser vista, todo estaba en silencio, sólo eran audibles mis pisadas. Me detuve cuando llegué hasta la puerta, me senté en el suelo de modo a que nadie pudiera verme, asomaba mi cabeza, pero sólo había obscuridad, no podía observar más allá de la reja, tenía miedo, esto era como un juego, nos estaban cazando uno por uno,éramos como el gato y el ratón, y desgraciadamente nosotros éramos el ratón, me preguntaba ¿Qué pasaría cuando nos atraparan?.Me obligaba a mi misma a pensar en otra cosa, pero me era imposible, mi mente estaba demasido turbada, tantas cosas que pasaban, eso hacía que poco a poco la esperanza se esfumara.
Mis parpados pesaban, me costaba mantenerme despierta, mi cuerpo reclamaba descansar, pero no podía, si dormía algo podría suceder y sería mi culpa, cada vez que parpadeaba, tardaba en abrir los ojos, hasta que al fin el sueño consiguió vencerme.
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Pedazos de cristal caían al suelo, el sonido que emitían era similar al de la lluvia, por eso lo confundí, cuando sentí como algo se incrustaba en mi mano de forma dolorosa, desperté, la puerta de cristal estaba hecha pedazos, había vidrios por doquier, nos estaban atacando de nuevo; Mi mano dolía demasiado, podía sentir como salía la sangre, como puede me paré, procurando no lastimar más mi mano. Pensé que alguien ya estaría aquí, pero no había nadie, al llegar a la sala, encontré a todos dormidos, incluso Lucas estaba durmiendo y aún que el sonido de los disparos era estridente no se despertaban.
-¡DESPIERTEN!-Grité en un ataque de desesperación, ellos se levantaron exaltados y me miraron mal, pero al oir los disparos sus expresiones cambiaron.
-¿Qué demonios esta pasando?-Preguntó mi mamá.
-Nos vuelven a atacar, esperaron a que nos durmieramos para hacerlo.-Contesté algo alterada.
-¿Cómo nos defenderemos?, todas nuestras armas son cuchillos.-Cuestionó Chris nerviso.
-Odri puede usar su arco, será lo único con lo que nos defenderemos.-Respondió serenamente Damián.
-Sólo es uno, para ser más específica es el francotirador, él no se fue con ellos.-Añadí.
Sin esperar ninguna respuesta de su parte, fui por mi arco y corrí hasta la cocina, la mano aún me dolía, pero decidí ignorar ese dolor y concentrarme en lo que realmente importaba.
Me coloqué en una posición segura y una vez lista, comencé a disparar las flechas, sólo que no veía mi objetivo a causa de la obscuridad, además de que cuando lo tenía en la mira este se movía, haciendo difícil apuntarle.
Al parecer esta sería una larga, pero sobre todo peligrosa noche.
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El VIRUS [En Edición]
Science FictionEn un día normal fue cuando todo sucedio. Las plantas de electricidad dejaron de funcionar y los medios de comunicación también se volvieron inservibles. Esos fueron los primeros pasos para dar paso a la terrible e inevitable catástrofe que se cerní...