Volvieron a casa cuándo el sol empezó a asomarse entre las montañas.
Luke temía la reacción de su madre cuando volviera a casa, pero en cambio de eso, Liz le sorprendió abrazándolo y diciendo con orgullo que era la primera vez que él hacía alguna gamberrada con sus amigos, provocándole un leve sonrojo en sus mejillas al sentirse avergonzado frente Alex y Michael.
Ellos tuvieron que irse debido a que la madre de Michael le llamó pidiéndole que le hiciera un favor. Invitaron a Luke, pero Liz contestó por él diciendo que tenían cosas que hacer y no pudo acompañarlos. Su hijo no tenia idea de qué era lo que le impedía que pudiera seguir junto a sus dos nuevos amigos, y sabía que la respuesta de su madre era una simple excusa.
Cuando abandonaron la casa Luke entró en su cocina, cogiendo un trozo de bizcocho para llevárselo a la boca. Pero este cayó al suelo al ver el día que marcaba el calendario. Su madre en un intento de consolarlo, colocó su mano en el hombro de su hijo, pero Luke no tardó más de cinco segundos en salir disparado de su casa corriendo todo lo que sus piernas le permitían.
Entró por aquella gran puerta de piedra que tanto odiaba, pero que visitaba con frecuencia.
Recorrió todo el recinto con la respiración agitada y las lágrimas asomándose por sus ojos cuando llegó a su destino. Las personas que se encontraban allí, se alejaron para dejarle solo.
Cayó de rodillas contra la dura piedra y cogió su cabello entre sus manos. ¿Cómo pudo olvidar ese día? Lágrimas corrían por sus mejillas como si entre ellas estuvieran haciendo carreras para ver quien moría antes en los labios de él.
Gritó, gritó de frustración, de ira, de impotencia, soltó todo lo que había estado aguantando todo este tiempo. Cuando sus pulmones se quedaron sin aire, apoyó su cabeza en la piedra y mientras que susurraba pequeños "lo siento" dejó que sus lágrimas inundaran aquellas letras, Calum Thomas Hood 1996-2013.