Después de unos pequeños minutos en los que Luke tuvo que recomponerse volvieron a casa de este.
Michael quiso acariciar al gato pero volvió a salir corriendo en dirección contraria a la del chico de ojos verdes.
Entraron en su cuarto y Luke se sentó en la silla de escritorio mientras los otros dos se sentaron en la cama.
— Yo... creo que os debo una explicación. —empezó a jugar con sus dedos, mirando al suelo. No sabía por dónde empezar. ¿Estaba bien si el contaba lo sucedido con Calum? ¿Él se enfadaría?
— No te sientas obligado a contárnoslo, Luke. —le tranquilizó Alex— Hazlo solo si tú quieres, de igual modo estaremos apoyándote.
Luke sintió y vio la mano de Calum en su hombro, supo que ellos no lo podían ver y se giró disimuladamente a mirarlo. El moreno se encogió de hombros.
— Yo estoy muerto, no me importa si les dices o no. —dice riéndose y Luke vuelve a mirar al frente, suspiró.
— Bien, supongo que empezaré por el principio. —por esa frase tan estúpida se ganó una pequeña colleja de Calum.
— No jodas.
«Idiota»
— Yo, conocí a Calum de pequeño en un parque. Él me defendió de unos niños que me estaban molestando, si lo vierais pareceria que tiene dos años más que nosotros, pero tiene los mismos y por eso asustó a aquellos niños. A partir de ahi el se convirtió en mi mejor amigo, pasamos años juntos. Pero todo se empezó a complicar. —bajó su vista al suelo— Yo siempre había sido un niño solitario, él todos los días me apoyaba, me hacia reir y sentir que no estaba solo. Pero yo no me fije en que él estaba más solo que yo. —las lágrimas empezaron a acumularse— Y un día, sus padres murieron en un accidente. No lo vi hasta que pasaron cinco semanas, y volvió con una sornisa de oreja a oreja para que yo no me preocupara. No noté que el estaba mal y estaba pidiendo ayuda a gritos. Calum admiraba a unos chicos de su clase, él deseaba ser amigo de ellos, pero nunca le prestaron atención, él me dijo que era invisible para todos. Las ojeras de sus ojos cada día eran mayores, cada día él estaba más delgado, su sonrisa cada día era más grande. Y el diecisiete de octubre de 2013, él saltó de un puente gritando "invisble".
La mano que Luke tenia en su hombro fue mojada por algunas lágrimas de su propietario mientras que el rubio mojaba el suelo.
— L-Luke... —susurró Alex con los ojos aguados.
— ¡Yo lo vi todo! ¡Solo si hubiera llegado un minuto antes! —empezó a gritar, torturándose, y sintió un abrazo de Calum y un susurro "gracias por ser el único que me prestaba atención" antes de que desapareciera otra vez.
Sus dos nuevos amigos volvieron a abrazarlo como la otra vez, pero Luke se recompuso rápidamente. Estaba tan cansado de llorar, era lo que más odiaba y lo que más hacia.
— Y-yo deberia de saltar de un puente también. —confesó.
Alexis le pegó una bofetada.
— ¡No vuelvas a decir eso nunca más, imbécil! —gritó llena de furia— ¡Calum lo hizo porque no pudo aguantar más con su situación! ¡Pero nosotros ahora vamos a hacer que tú puedas aguantar la tuya y hacerte verdaderamente feliz! ¡¿De acuerdo?! ¡No vas a irte de nuestro lado asi como asi! —gritó tanto que ahora la garganta le escocia, apenas podia respirar y no paraba de llorar.
A Luke se le cortó la respiración, y se sintió de una forma que no solia sentirse, se sintió completamente querido y valorado.
— Di algo, pedazo de inútil. —rió Calum dándole una colleja.
