- ¡Luke! -gritó Michael, el cual traía su pelo teñido de negro.
Luke sonrió y lo saludó con la mano mientras él se acercaba.
- ¿H-has visto a Alexis? -susurró nervioso el rubio y Michael negó con la cabeza.
- Se ha dormido. -dice, riéndose.
*⋆*❁
- Llega tarde. -dijo la profesora mirando a Alexis por encima de sus gafas.
Una profesora que nunca había visto, ¿dónde estaba el profesor Harrison?
- L-lo siento, no volverá a pasar. -prácticamente susurró.
Luke se estremeció a la vez que se sonrojó al oír su voz, no podía estar más nervioso. ¿Y si Alexis hacia cómo que no le conocía? ¿Y si lo ignoraba? ¿Y si lo insultaba? ¿Y si lo rechazaba? Y lo peor de todo, ¿y si se lo había contado a Joss?
- Puede sentarse. -la sustituta del profesor Harrison miró los papeles de su mesa, sin prestar atención a la clase.
Alexis divisó a Luke, en su pupitre de siempre. Pero toda la clase había cambiada su sitio, porque la profesora no sabía dónde se sentaba cada uno.
Alex sonrió mientras tomaba asiento al lado de Luke.
Luke giró su cabeza y la vio a su lado, dio un pequeño respingo al sorprenderla mirándole. Ella sonrió.
- Buenos días. -susurró y sacó los libros de la materia que daba el profesor Harrison.
- B-b-buenos días. -tartamudeó Luke, sonrojado hasta las orejas. ¿Qué debía hacer ahora? ¿Correr? ¿Huir? ¿Saltar? ¿Gritar? ¿Besarla de nuevo?
«Espera, ¿qué?» sus propios pensamientos le sorprendieron y no pudo evitar sonrojarse más.
Alexis no estaba al tanto de todo lo que le ocurría a Luke, ella estaba buscando la página que ponía en la pizarra en su libro de Historia.
El rubio dirigió la mirada a su cuaderno, y continuó con lo que estaba haciendo minutos antes de que la chica que estaba sentada a su lado interrumpiera la clase.
Una hoja se posicionó encima del cuaderno de Luke.
¿Dónde está Harrison? ¡Esta profesora me incómoda! No para de mirarnos a todos, incluso mira a la mosca de la esquina de manera amenazadora.
Luke sonrió en cuánto vió la perfecta caligrafía de Alexis en la hoja. Cogió un bolígrafo y escribió.
Esta en una reunión.
Intento escribirlo con la mejor letra que pudo, la cuál era una mierda comparada con la de Alex. Luke, sonrojado de nuevo, le entregó la hoja disimuladamente mirando a la profesora.
Entonces su mano rozó algo, miró el pupitre de Alexis y vió su mano encima de la de ella. Luke abrió los ojos más de lo normal y rápidamente la aparto, nervioso y con la respiración acelerada.
«Soy un completo idiota» pensó.
Alexis se sonrojó con ese leve tacto, y cogió la hoja. Leyó su respuesta y luego la dobló, para escribir por otro lado.
¿Estás bien? Te noto raro.
Alexis, inconscientemente mientras escribía, toco sus labios con la yema de sus dedos. Recordando los suaves labios de Luke sobre los suyos.
Se sonrojó.
También se puso nerviosa.
Si hablaba tartamudearía de lo nerviosa que se encontraba.
Vaya, ahora tenemos dos Lukes.