Un Nuevo Comienzo SAMP #2 | Niall Horan

XIV

Un mes.

Tan solo falta un mes para la esperada llegada de Hailey.

He aprendido a tranquilizarme y dejar de pensar en lo dificil que será esta etapa, pero estoy segura que con el apoyo de Niall todo ira bien.

Subo el ascensor para visitar a mi novio y pulso el botón diez. Mientras el ascensor sube me mantengo mirando mi reflejo en el espejo, mi barriga esta enorme.

Una vez las puertas se abren camino unos cuantos pasos hasta el edificio de Niall y toco la puerta.

-Em, creo que no está.

Concentro mi atención en la chica frente a mi. Una morena alta me da una pequeña sonrisa que no sé si debo corresponder.

-¿Cómo es que lo sabes?

- Lo vi salir no hace mucho, soy la nueva vecina, Diana.

- Skylar -estrechamos la mano y nos observamos fijamente.

Nos mantemos así un tiempo hasta que retiro la mirada. Me está hartando la presencia de esta chica.

Las puertas del ascensor vuelven a abrirse y aparace mi chico. Él sonríe.

-Lo siento, tuve que ir a solucionar unos asuntos.- Asiento y me pongo de puntillas para besar sus labios- Buenas tardes Diana.

La chica le sonríe y se despide.

-Te extrañamos mucho.

-Yo también princesa, por eso hoy vamos a cenar juntos.

Me da una pequeña sonrisa y hace que entremos al apartamento. Este esta lleno de cajas y un montón de papeles en el comedor.

-¿Tienes mucho trabajo?-le pregunto.

-Sí.

-No quiero que te esfuerces tanto Niall.

-Lo sé, pero para mi no es ninguna molestia si sé que ustedes estarán felices.

Ruedo los ojos y abrazo su torso.

-Muchos de tus amigos han ascendido y han tenido que viajar lejos de sus familias, no quiero que eso suceda con nosotros. Ahora que Hailey llegará pronto te necesito más que nunca.

El silencio reina en la habitación hasta que sus brazos me rodean. Nos mantenemos de esa manera por unos minutos hasta que él rompe el abrazo.

-Llegaremos tarde para cenar.

***

Reviso la hora en mi teléfono y me sorprendo al ver que no puedo conciliar el sueño. Son las cuatro de la madrugada y yo aún sigo abrazada a Niall pero de igual forma no puedo dormir.

Me levanto para ir al baño pero tan solo alcanzo a dar unos pasos cuando un líquido baja por mis piernas. Intento mantener la calma igual que dijo mamá pero no puedo, Hailey acaba de adelantarse un poco.

-Niall- digo en voz tranquilizada. La habitacion sigue en silencio- cariño.

Camino de nuevo hasta llegar a la cama y toco su rostro.

-¡Niall!- le grito cuando siento una fuerte punzada en mi vientre.

Se levanta y me mira horrizado.

-¿Por qué gritas? -señalo mi vientre y cierro los ojos al sentir otra contracción esta vez mas larga.

-Date prisa, Hailey...- le digo entre jadeos pero el sigue mirandome con una cara horrizada.

-vamos a ser papás-es lo único que dice- vamos a ser papás.

-Cariño... eso lo sabemos desde hace mucho y creeme que estoy feliz pero justo en este momento estoy odiandote por ponerte idiota. Así que mueve tu lindo trasero y sácame de aquí. Gracias.

Al final parece reaccionar y se mueve rápidamente por la habitación para ponerse unos pantalones y encima una chaqueta, toma la pañelera y una chaqueta que pone sobre mis hombros.

-Espera un segundo, no tardo.

Sale de la habitación con la pañalera y segundos después escucho la puerta principal. Respiro hondo e intento calmar mis nervios.

Nuevamente aparece Niall y toma mi mano.

-¿Lista?- asiento y dejo que me guíe hasta el auto. Lo enciende y emprendemos camino hacia el hospital.

* * *

Miro nuevamente el reloj que hay en la pared; 6 am.

Estas dos horas han sido las más largas y dolorosas de toda mi vida. Siento mi rostro arder por el calor y la presión en mi parte baja.

-Vamos, el último.

Hago lo que dice la doctora y aprieto con fuerza la mano de Niall que susurra cosas en mi oído.

Un estruendoso llanto inunda la habitación seguido de un jadeo.

-Felicidades.

Niall es el primero en recibir a Hailey y noto las lágrimas en sus mejillas.

-Es preciosa...-lentamente deja su pequeño cuerpo sobre mi, y aunque ella no deja de llorar y aún esta un poco sucia, debo decir que es hermosa. Esta cubierta por una manta rosa.

Unas pequeñas hebras de cabello castaño claro cubren su pequeña cabeza, sus labios rosaditos y pequeños, sus diminutas manos.

Sonrio y acaricio su mejilla regordeta.

-Hola Hailey- digo en voz baja.

Niall ríe y besa mis labios, luego pide que tomen una foto.

Nuestra primera foto en familia.

Pasa su brazo sobre mi hombro y sonreimos para la cámara.

* * *

-Ya quiero ver a la pequeña bestia.

-No le llames así a mi hija Andy.

La habitación se encuentra casi llena por nuestras familias y amigos junto a un montón de regalos de Mamá, Maura, Kate, Andy, Anne, Adam, Jenny, Will y Chase.

Nos mantenemos charlando hasta que entra una enfermera con nuestra hija en brazos.

-Alguien se ha puesto de mal humor.
El llanto de Hailey vuelve a reinar en la habitación por lo que río. La enfermera me la entrega y observo su rostro. Su nariz esta ligeramente rosada y sus mejillas tienen un fuerte color rojo.

Su mano agarra mi dedo y deja de llorar para lentamente abrir sus ojos azules.

-Joder, esos son los ojos más azules que he visto en mi vida.