Young Justice: Flora

Compañeros

Narra Ninfa

Muy bien esto fue lo que pasó, enfrenté a Frío, mis poderes se unieron en una especie de explosión masiva, no sabía que podía pasar eso, y agoté mi energía.

Si no me hubieran ayudado hubiera entrado en coma y en cuestión de tiempo muerto.

-¿Cómo te sientes?- me preguntó Artemisa.

-Bien.- respondí.

-Debo admitir que lo que hiciste fue impresionante.- dijo M'gan.

-Yo no sabía que podía hacerlo.- respondí.

-Debo preguntar ¿tu máscara te protege de el oxígeno o algo así?- preguntó M'gan.

Negué con la cabeza.

-Entonces ¿por qué la usas todo el tiempo?- preguntó Artemisa.

-Identidad.- respondí.

-¿Algun día nos revelaras tu rostro?- pregunto Chico Flash entrando a la sala, junto con Aqualad y Superboy.

-No sé, puede que sí.- respondí.

-¿Cómo te sientes?- me preguntó Aqualad. Creo que me han echo esa pregunta como mil veces.

-Bien - respondí- ¿Dónde está Robin?- pregunté notando que no estaba.

Fue raro que al despertar lo primero que vi fue a él.

-Ah de estar por ahí...supongo- respondió Chico Flash.- Debo admitir que fue rara la manera en la que actuó.

-¿A qué te refieres?- pregunté.

-¿No te lo han dicho?- preguntó mirando a las chicas. Negué con la cabeza.

-Robin fue el que te trajo.- respondió Chico Flash.

¡¿Qué?! ¿Acaso están bromeando? Pensé que me odiaba. Bueno después de lo que dije ¿quién no lo haría? Intenté buscar en sus rostros indicios de que sólo bromeaban, ya que no me acostumbró bien a las bromas terrícolas, pero nada. Todos tenían una expresión seria.

-¿Es en serio?- pregunto mirándolos. Todos asintieron. Vaya eso no me lo esperaba.

-Yo te iba a traer, pero él se negó- dijo Chico Flash.

Bueno creó que lo mejor es dar las gracias ¿no? Digo si salvaron tu vida es lo menos que puedes hacer.
Tal vez pueda seguir una tradición ninfana. Oh espera...sabrá de donde eres. Puede que eso ya no importe o puede que sí. Aunque seguramente  ya lo sabe. Agh, odio tener peleas conmigo.

-¿Está todo bien?- preguntó Aqualad. De pronto me percate que todos me veían. Esto es incómodo.

-Mmm... Me tengo que ir- dije y salí corriendo de ahí.

El primer lugar que me vino a la mente fue el cuarto de tío Rojo, corrí lo más rápido que pude para llegar sin que nadie me notara. De pronto choque con algo y caí al suelo.

Narra Robin

¡Vamos! No puedes darte el lujo de sentir pena por lo que pasó con Ninfa. Lo bueno es que está mejor. Pero ¿cómo le explicaré que despertó en mis brazos? ¿Qué le tengo que decir?

No sé porqué pero me preocupé por ti y tenía la enorme necesidad de ayudarte. Sí claro suena genial, nótese mi sarcasmo.

Bueno tarde o temprano tengo que entrar, así que, qué más da.

Voy recorriendo los pasillos para llegar a la sala común pero de pronto choco con algo y mi trasero golpea el suelo.

-CF ¿qué diablos te pasa?- digo parándome del suelo, veo hacia mi atacante y noto que no es Wally es ¡Ninfa!

Demonios, demonios, demonios.

-Oh, lo siento.- decimos los dos al unisono, siento un ligero calor recorrer mis mejillas y la ayudo a pararse.

-Lo siento, no vi por donde iba.- dijo ella.

-No te preocupes- dije tratando de quitarle importancia al asunto.-¿A dónde vas con tanta prisa?- pregunté tratando de sonar... ¿gracioso?

Aunque creo que lo dije mal ya que se puso nerviosa.

-Lo siento no quise sonar...

-Gracias.- dijo interrumpiendo lo que decía.

-¿Por qué?- pregunté.

-Me dijeron lo que pasó, y que tú me ayudaste y quería, ya sabes, darte las gracias por eso.- respondió con tono nervioso.

-No hay de que- respondí amablemente.

-Bueno...adiós- dijo y empezó a caminar rápidamente.

-¡Ninfa! ¡Espera!- grite y ella paró, ¿qué haces Robin? Deja que se vaya. Corrí para alcanzarla.- Nunca nos presentaron formalmente.

¿Formalmente? ¿En qué estas pensando?
Ella en reacción me miró con confusión.

-Robin - dije extendiendo mi mano, ¿en serio? Pudiste hacer algo más ingenioso.

-Ninfa- dijo aceptando el saludo.

-Bienvenida.- dije soltando su mano, la cual es pequeña y delgada.

-Gracias.- respondió. Dio media vuelta y se marchó.