Maratón 1/5

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Narra Ninfa

Al fin después de unos minutos, Chico Flash encontró una entrada.

Todos nos acercamos.

-No crees que es algo pequeña- comentó Superboy.

-Por eso alguien pequeño debe entrar- contestó CF.

Y como si todos se hubieran puesto de acuerdo voltearon a verme.

-Deben estar bromeando.- dije.

-Al parecer eres la única que cabe por ahí- dijo Aqualad.- entonces entrarás.

Mire a Robin y note que al igual que a mi no le gustaba mucho la idea.

-De acuerdo- dije y suspiré.

-Ve si encuentras algo más, usa sólo el comunicador.- ordenó Aqualad y asentí.

Robin ató uno de sus ganchos a mi cintura para ayudarme a bajar.

-¿Lista?- preguntó.

Sólo asentí.

-Ten cuidado- dijo Superboy de pronto.

-Lo tendre- dije y comencé a bajar.

Al tocar suelo solté el gancho y encendí una lámpara pequeña.

Todo era tierra y piedra, pero al observar mejor noté tres caminos.

Tomé el que estaba frente a mí.

Llegue a un enorme salón que estaba lleno de los hombres de las aldeas, sólo estaban reunidos y tenían los ojos cerrados, las manos extendidas y miraban al techo, como si estuvieran orando.

-Los encontre- dije susurrando en el comunicador.

-De acuerdo, ¿qué hay de Simon?-preguntó Aqualad.

-No lo he visto- contesté.

Pero, ¿qué es esto?

Escuche una voz algo chillona pero joven.

Volteé a todos lados pero no veía a nadie.

Esta mente es ajena a mis disipulos.

Fue en ese momento cuando noté que la voz estaba en mi cabeza.

-Simon- dije con voz apagada.

-¿Qué? ¿Ahí está? Ninfa, contestá- escuché que decía Aqualad por el comunicador.

Quería contestar pero no podía, estaba bloqueada, no era consiente de mi misma.

Sabía que estaba ahí, pero no me sentía, de pronto me mareé y todo se puso negro.

Young Justice: FloraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora