Lo siento

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Antes de iniciar con este capítulo quiero pedirles una disculpa por tardarme tanto, pero entre la escuela y familia a estado pesado y para acabarla estoy enferma :/
Tratare de compensarselos.

Narra Robin

Pelee cuerpo a cuerpo contra Metalo, hasta que Ninfa lo envolvió en unas ramas y levantó paredes de piedra dejandolo inmovilizado.

Minutos después la policía arribo al lugar, llevandose a los civíles para poder obtener información.

-Me parece que aquí acaba nuestro trabajo- dijo Aqualad al jefe de policías.

-Supongo, muchas gracias- dijo este y estrecharon sus manos.

Volvimos a la bionave, me sente en mi lugar de siempre, cerca de Ninfa.

No sabía si hablarle o no, teniendo esa duda todo el viaje hasta la base.

Al llegar note que Alfred estaba estacionado enfrente de la base.

Me fui a cambiar para después ir con él.

-¿Qué haces aquí?- pregunté.

-Vengo por la señorita Elizabeth- respondió- me pidió el favor de llevarla a la mansión, ¿también viene?

-No, yo me quedaré un rato más- respondí.

En eso llegó Liz.

-Hola Alfred- saludó.

-¿Lista?- preguntó Alf.

-Si- respondió ella y subió al coche.

-Nos vemos después joven Grayson- se despidió y subió al auto también para emprender la marcha.

-Es mejor que hable con Superboy- dije para mi mismo y regresé a la base.

Comencé a buscarlo y por fin lo encontré en su habitación.

-¿Qué pasó?- me preguntó.

-Quería saber cual era tu idea.- Respondí.

-Oh cierto- dijo y me explicó su plan.

-¿Y tú crees que funcione?- pregunté.

-Pues supongo- dijo encogiendosede hombros, lo mire con cara de ¿es encerio?

-mmm okey, digo supongo que vale la pena por su perdón ¿no?-cuestioné.

-Si que lo vale- respondió.

Salí de la habitación y fuí por mi moto a la cochera.

De camino a casa pensaba si realmente sería buena idea.
Pero que más puedo perder ¿no?

Al llegar la primera persona con la que me tope fue Alfred.

"Perfecto" pensé.

-Oye Alf- llamé.

-Si, joven Grayson- contestó él.

-¿Puedes hacerme un favor?- pregunté.

-Siempre y cuando no tenga nada que ver con estar en un traje de oso u otro animal como en ocaciones pasadas, si.- contestó.

Solté una pequeña risa al oir sus condiciones.

-Esta vez no tendrás que ponerte algo- dije- sólo necesito dos cosas, una que mantegas a Liz lejos de su habitación por unos 20 minutos y dos que después de esos 20 minutos le pidas que vaya al invernadero.

-De acuerdo-accedió.

Esperé en la sala a que Alf llevara a Liz a otra parte y subí a su habitación.

Narra Ninfa

Estaba en mi cuarto cuando Alfred me llamó.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Yo...necesito ayuda en la cocina- respondió.

No comprendí del todo porque pedía ayuda pero acepté.

No te que Robin estaba en la sala pero no di gran importancia y seguí a Alfred.

Lo ayude acomodando algunas cosas y noté que a cada rato miraba su reloj.

-Será mejor que vayas al invernadero- pidió de pronto.

-¿Por qué?- pregunté.

-Porque...el joven Bruce la espera, me parece que tiene algo que hablar con usted- respondió.

-De acuerdo- dije y salí directo al invernadero, ya estaba oscuro por lo que las luces de afuera se encendieron.

Entré pero no era Bruce quien esperaba.

-¿Dick?- pregunté- ¿Dondé está Bruce?

-Bruce no quiere hablar contigo, yo sí- respondió.

-Antes de que empieces, aclaro que ya me cansé de pelear- dije.

-Lo se, yo también, por eso, esta vez déjame hablar a mí- dijo y se acercó a mi.

De pronto me llegó un olor bastante familiar, olia a mi perfume.

Abrí la boca para decir algo pero el me detuvo.

-Dedusco que ya te habrá llegado el olor, así es, traigo tu perfume puesto, es más prácticamente me bañe en él, ¿sabes por qué?

Negué con la cabeza.

-Porque soy tuyo, además de que soy un celoso, lo admito, sentía celos por Superboy porque a él le dices cosas que a mi no, pero no importa siempre y cuando tu me quieras, porque yo si lo hago.

Sin darme cuenta una enorme sonrisa se había formado en mi rostro.

Lo abrazé.

-Eres un tonto.- dije.

-Lo se, pero soy tu tonto- respondió y ambos reimos.

Nos separamos y nos sentamos en una banca del invernadero, el cual las luces le daban una aire magico.

-Sabes, me gusta tu perfume- comentó.

-Igual a mi, así que espero no te lo hayas acabado- dije y voltee a verlo.

Abrió más los ojos, sip eso decía todo.

-Grayson...- dije.

-Te compraré otro, lo prometo- dijo y sonrió.

Yo sólo negué con la cabeza.

Nos quedamos ahí por un buen rato sin decir nada, sólo disfrutando la compañia del otro.

-Ya es tarde, deberíamos entrar- dijo de pronto.

-De acuerdo- dije y salimos de ahí.

Me acompaño a mi habitación y antes de irse a la suya me dijo.

-Solo una sorpresa más- y se fue.

Entre a mi cuarto y me encontre con un enorme oso de peluche en mi cama.

-Robin- dije para mi mientras sonreia.

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Por favor no me maten :'(

Young Justice: FloraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora