Maratón 1/5

665 49 0
                                    

Narradora

Por otro lado, en la sala de la mansión se encontraba un Nightwing nervioso y preocupado.

Se había quedado toda la noche despierto y tenía las manos manchas de sangre, "sangre de la mujer que amo" pensó pero sacudió la cabeza para alejar esa idea.

Al lado de él tenía el traje de Ninfa, mirándolo con atención sabía que era totalmente diferente.

Una de las señoras que limpiaban la casa se lo había quitado para poder atender su herida.

De pronto algo comenzó a vibrar, buscó su teléfono y comprobó que no era el de él, entonces se percató que venía del traje de Ninfa.

Lo buscó entre las prendas y lo tomó, en la pantalla se podía leer Adam.

Se quedó pensativo un momento, el teléfono paró pero a los segundos volvió a sonar. El mismo nombre apareció en la pantalla.

Sin pensarlo contestó.

-¿Cómo está la chica más hermosa del mundo está mañana?- preguntó una voz gruesa del otro lado de la línea.

Dick no contestó.

-¿Liz? ¿Cariño, estás ahí? ¿Lizzie?- preguntaba la voz.

Al escuchar ese nombre algo se retorció en su interior e hizo algo que ni siquiera él se creía capaz.

-Ella está dormida, ¿te importaría dejar de molestar?- dijo tratando de sonar fastidiado.

-¿Quién demonios eres?- contestó el hombre molesto.

-Un viejo amigo-dijo con cierto sarcasmo y colgó.

Justo en ese momento Damian y Tim venían bajando las escaleras.

-Despertó, pero intento irse, la detuvimos y está durmiendo otra vez.- explicó rápidamente Damian.

Dick respiró aliviado, Bruce le había dicho que perdió mucha sangre y que estaba muy débil.

-¿Se quedará?- preguntó Tim.

-No lo sé, está débil aún- dijo Dick- y la verdad no se si quiera venir conmigo a

-No creo que sea prudente que te la lleves, tienes que ir a la universidad y no podrás cuidar de ella por otro lado Alfred está aquí todo el tiempo- señaló Damian.

Cielos tenía razón, por un momento olvidó la universidad, a veces le sorprendía lo maduro que llegaba a ser Damian.

Dick no quería dejarla, quería estar con ella, estar a su lado cada vez que despertara, estar ahí si tenía una pesadilla, consolarla.

Pero parte de su mente le decía que eso no pasaría, ella no se dejaría consentir de esa forma, menos por él.

Pero parte de su mente le decía que eso no pasaría, ella no se dejaría consentir de esa forma, menos por él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Young Justice: FloraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora