Young Justice: Flora

La propuesta

Narra Ninfa

Bruce me llevó a la Baticueva, aún me sentía algo aturdida, fue mucha información en tan poco tiempo.

-Lamento que haya sido así pero fue para no tener mal entendidos después- comentó.

-Okey... Así que, ¿por qué estoy aquí?- pregunté.

-Creo que eso ya lo sabes- respondió, lo miré sin comprender- No puedes negar que no has perdido el hábito.

-¿De pelear?- pregunté, él asintió.- Sigo entrenando, así que supongo que no.

-Anoche pude observar que te has vuelto más poderosa.

-Vamos al grano Bruce.

-De acuerdo, quiero que regreses. Como ya te he dicho algunos se fueron y han entrado nuevos, eres fuerte y buena en pelea. Quiero que apoyes en el entrenamiento.

-No creo que sólo por eso  me hayas buscado, ¿verdad?

Caminó un poco por la base, pensando.

-Después de que te fuiste el equipo no fue el mismo, Richard no fue el mismo...

-Bruce...- dije pero me interrumpió.

-No, por favor, escucha. En parte te busqué por tu ayuda pero la verdadera razón es él. No te pido que vuelvas con él, pero si que aclaren las cosas. Tu repentina ida lo afectó mucho.

Me quedé pensando. ¡Agh! ¿Por qué es tan difícil?

-Esta bien, volveré y  ayudaré en las misiones y entrenamientos, pero de lo segundo no prometo nada.- dije seria.

-Perfecto- dijo él complacido. Odio su maldita manía de convencer.

-Pero necesito una clave...- empecé pero me interrumpió.

-Sigues en el mismo sistema, tu clave no ha sido removida, incluso tu cuarto sigue intacto.

-De acuerdo, supongo que empiezo mañana ¿no?

-Si y, Flora, gracias.

-No te precipites  aún.

Subimos a la mansión.

-¿Qué pasó?- preguntó Tim curioso.

-Nada especial, necesitaba información- respondió Bruce serio.

-¿Información?- insistió.

-Después lo sabrás- dijo Bruce posando su mano en su hombro- pero por ahora despidanse.

-Un gusto conocerte, espero nos veamos pronto- dijo Tim amablemente.

-Vuelva pronto señorita- dijo Alf dándome un abrazo.

-Seguro que sí- dije.

-Supongo que nosotros todavía tenemos mucho de que hablar- dijo Damian a lo que asentí.

Salí feliz de la mansión, o bueno en lo que cabía.

No lo voy a negar, me gustaba la idea de volver, pero volver a verlo, probablemente me odie, pero supongo que eso no lo descubriré hasta mañana.