Maratón 4/4

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Narra Nightwing

Me dirigí al invernadero, entre y ahí estaba ella.

-Flora- dije para llamar su atención, ella volteo y me sonrió ligeramente

"Buena señal" pensé.

-Ya que te vas a quedar, necesitas cosas supongo.

-Si, yo creo que iré a mi departamento.

-Bueno, yo también necesito cosas para quedarme- note un poco de sorpresa en su rostro- y te venía a proponer si vamos en el carro. Pasamos a tu departamento y luego al mío, ¿te parece?

-Claro, supongo que esta bien- respondió.

-Entonces, en la puerta en...¿20 minutos?

Ella asintió y yo fui a sacar el auto.

Después de 20 minutos yo esperaba en el auto y ella salió, se acercó a mí ventanilla.

-Sabes me siento un poco rara saliendo en pijama- me comentó.

-Si quieres te presto mi chaqueta- ofrecí pero no la vi muy convencida.- Tengo una idea.

Baje del carro, me quité mi chaqueta y me quité mi playera.

Pude notar que ella disfrutaba de lo que veía y se sonrojo un poco cuando la caché viendo mi torso.

-Pontela- dije dándole mi camiseta.

Ella obedeció y me miró.

-Y exactamente esto, ¿qué resuelve?- preguntó.

-Es para que no te sientas rara sola, ahora somos dos raros.

-¿Conduciras sin camiseta?

-Así es.

Ella río un poco y subió. Yo hice lo mismo y emprendimos camino a su departamento.

Narra Ninfa

Lo que Dick hizo me sorprendió mucho, debo admitir que en algunos momentos se me iba la mirada y admiraba ese torso con algunos golpes y cicatrices pero bien trabajado.

Él traía una sonrisa en el rostro, como si supiera que yo lo miraba. Posiblemente era muy obvia, la discreción nunca fue mi fuerte.

Llegamos a mi departamento y bajamos.

Dick esperó en la sala mientras yo preparaba mis cosas, aproveche para cambiarme y devolverle su camiseta, al terminar salimos pero en el pasillo alguien nos detuvo.

Era Adam.

Me vio muy sorprendido, traía una camiseta blanca de tiras y unos jeans. Tenía el ojo morado junto con algunos golpes en la cara y brazos, y se había cortado mucho el pelo.

-¿Qué haces aquí?- pregunté molesta.

-¿Qué hace él aquí?- dijo señalando a Dick.

Iba a responder algo inocente, pero este idiota me debe una y llegó el momento de devolverle el favor.

-Me quedaré unos días con él- respondí abrazando a Dick, el siguió mi juego lo cual agradecí internamente.

-¿Por qué?- cuestionó Adam.

-Salgo con él.

-Eso es mentira.

-No lo es- intervino Dick- lo siento amigo, la perdiste, mejor olvídala.

Por su rostro pude ver que disfrutaba hacer eso.

-Maldita- chilló Adam- perra estúpida, nadie me reemplaza tan fácilmente.

Dick no dudo ni un segundo y lo tomó de su playera asotandolo contra la pared.

-Mas te vale tenerle más respeto a la dama- regañó.

-Tu no eres nadie para condicionarme- respondió Adam.

-No tienes ni idea de quién soy- Dick lo golpeó en el estómago- ahora, si te veo cerca de ella despídete de tu hombría.

Lo tomó de los hombros y lo tiró al suelo. Me vio a mi y me hizo un gesto para que fuera al auto.

Al poco tiempo el subió al auto también.

-Lamento que esto pase cada vez que lo ves- dije apenada.

-No te disculpes, ese idiota no tiene derecho a hablarte así- dijo y prendió el carro.

-Gracias-dije y le di un beso en la mejilla. Él me dedico una sonrisa.

Volvió a emprender camino.

-Bueno ahora sabré donde vives Chico Maravilla- comenté y el río.

-Es mejor que te pongas cómoda, tardaremos un buen rato en llegar.- dijo.

-¿En serio?

-Ahora vivo en Blüdhaven.

-¿Blüdhaven?

Él asintió.

-¿Qué te hizo ir hasta allá?- pregunté.

-No se, quería independisarme un poco.

-¿Celos de que bati-papi tuviera otro?- pregunté para molestarlo.

-Para nada, adoro a mis hermanos, cada uno tiene su carácter pero los quiero.

-Conoceindolos puedo notar que no te aburres.

-Admito que es difícil que no peleen, pero es lo que los hace quien son.

-Tu familia es rara pero me gusta.

-Nuestra- me corrigió- ya eres parte de ella.

Sonreí, tenía una familia, una gran y bonita familia.

Después de no se cuanto llegamos por fin al departamento de Dick. Entramos a un edificio y subimos al quinto piso.

Su departamento no tenía muchas cosas, lo suficiente para un chico con doble vida.

-Sientete como en casa- me dijo y se fue, supongo, a su cuarto.

Observé el lugar, estaba algo desordenado, vi uno de sus trajes y por un momento una loca idea pasó por mi mente.

Lo tomé para verlo detalladamente, lucía pequeño, a pesar de que Dick es grande, tal vez...

-Dick, ¿donde está tu baño?- pregunté gritando un poco.

-¡La puerta al fondo del pasillo!- respondió.

Seguí sus instrucciones y entre al baño.

Debo estar muy loca para hacer esto.

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Young Justice: FloraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora