Young Justice: Flora

Maratón 3/4

Narra Robin

El vuelo duró cuatro horas. Bruce estuvo tranquilo todo el camino, pero volvió a su semblante serio al aterrizar.

Nos hospedamos en un hotel con temática china, al estar en el lobby pude notar varios rostros conocidos.

Otros empresarios que alguna vez trataron con Empresas Wayne.

-¡Oh por Dios!- escuche una voz chillona atrás de mí.-¡Richi!

Volteé para ser apretado por unos brazos.

-Nya- dije con sopresa sarcástica.

Se separó para plantarme un beso en el cachete dejando impreso su labial en él.

El cual aunque parecía grosero me lo quite de inmediato, sólo una chica puede dejarme su labial y esa es mi chica, Flora.

Ella se notó disgustada pero al instante volvió a su sonrisa cotidiana. De esas sonrisas que ensayas en el espejo para que no parezcan falsas.

-Que gusto encontrarte aquí, hace mucho que no venías a estos eventos.- dijo muy emocionada.

-Bueno, ya sabes, cosas- dije restándole importancia al tema.

-Bueno estando ambos aquí, ya sabes, tal vez podría darte otra oportunidad.- dijo posando su mano en mi pecho.

Miré su mano y la retire suavemente, no quería ser tan grosero.

Verán, hace muchos años, cuando tenía 9 para ser exactos, Nya y yo tuvimos algo así como un noviazgo.

¿Por qué algo así? Simple. Ella era peor que todos los celos juntos del mundo, ni siquiera me dejaba mirar a un chico.

Siempre fue muy dramática en ese aspecto y cuando le dije que no quería más que sólo su amistad me golpeó con un florero y jamás lo superó.

Esta vez no será así, Flora confía en mí y no traicionare su confianza.

-Mira Nya- dije, ella me observaba con atención- no puede haber un nosotros.

-Que simpático Dick, siempre fuiste buen comediante- dijo con una sonrisa.

-No estoy bromeando- dije con semblante serio, casi sintiéndome Robin- verás, es que yo ya tengo a alguien...

-¿Quién? ¿Viene contigo? ¿Dondé?- dijo moviendo su cabeza buscando a alguien.

-No vino conmigo pero ese no es el caso, el caso es que yo la quiero mucho y no pienso engañarla.

-Ohh, así que no está- dijo pensativa- mejor ¿no?

Rodé los ojos. Esta chica no tiene remedio.