Who the f*ck are you?

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- Maeve- le llamó su terapeuta una vez más, pero la joven chica de los ojos verdes simplemente veía hacía el vacío como si nada de lo que rodeaba la hermosa oficina de color caramelo atrajera su atención, ni siquiera la hermosa planta escondida en una de las esquinas.

Dio un suspiro pesado como si el mismo pecho le doliese, jugó brevemente con su mechón de cabello teñido en la punta de un azul casi verde, muy claro por el pasar del tiempo desde que el colorante había tocado su cabellera que naturalmente era castaña. Su terapeuta le llamó una vez más haciendo que sus dos esmeraldas se fijaran en la mujer de hermoso porte, traje sastre rojo que resaltaba sobre la piel blanca que poseía.

- ¿Cuál era la pregunta?- preguntó encogiéndose en sí misma por unos segundos para después erguirse, la mayor de las mujeres la vio de arriba abajo, aunque aquellos ojos pardos parecían duros, la doctora Cameron era una buena persona, dulce y tierna, debía ser alguien así para poder soportarla por casi tres años desde que su hermana había muerto en aquel fatídico accidente de auto. Cameron Rogers le sonrió nuevamente.

- ¿sientes que ya es hora de dejarla ir?- dejar ir a su hermana, tal vez nunca podría hacerlo, cada fibra de su ser se aferraba a su recuerdo como si de una goma de mascar se tratase, asintió aunque no estaba muy segura de sí era la respuesta correcta aunque sí la esperada por todos, de no ser así jamás la dejarían ir a parís para terminar su carrera de periodismo.

Salió de el consultorio arrastrando los pies hasta el elevador que no combinaba nada con la casona Neoyorkina que fungía como Oficina de Abogados y Consultorios, según decía la placa cromada aferrada a los ladrillos rojizos de la fachada.

Puso en marcha su auto para ir directo a la oficina de su padre en Manhattan a pocos minutos de ahí, ayudaba en varias cosas, pero más con la fotografía de las modelos. Su padre era un gran joyero, hijo de padres Irlandeses, se había abierto camino simplemente con sus manos y cerebro, por eso mismo le admiraba.

- Lone - le llamó con la mano cuando la vio a través del vidrio grueso que fungía como puerta de la gran oficina de el presidente de O'Ahern Co. Una de las empresas más importante de Joyería en el mundo, compitiendo con las mejores marcas, a la par de Tiffany & Co. Su vida en pocas palabras no podía ser mejor, hasta hace unos años, cuando su hermana y ella habían salido de fiesta, Emilie era tres años más grande que ella.

Se culpaba cada noche por haberla dejado sola, por haberla dejado irse con aquellos chicos en estado de ebriedad y no hablarle a sus padres. La noche del 3 de Enero de 2010 su familia se sumió en una de las peores tragedias de todas, el auto de lujo de uno de sus amigos se había impactado contra un enorme camión de mudanzas a una velocidad impresionante, matándolos en pocos minutos.

- La modelo está por llegar - se impuso sobre sus pensamientos la imponente voz de su padre, la joven asintió levemente robándose otro chocolate de la caja de pino que estaba en la esquina del escritorio de cristal.

- No habrás contratado a Miranda, ella está casada con Cartier- negó rotundamente, alzó las cejas con mucha picardía, pues le enseñó la fotografía de la nueva modelo de la campaña "Blue". Le dio un beso en la mejilla tomando su equipo de fotografía e ir hasta los estudios en Soho, su amigo Mario West era un fotógrafo reconocido que siempre prestaba su estudio para las sesiones de la compañía, inclusive habían hecho algunas juntos, implícitamente trabajos para revistas de moda importantes y casas de moda.

- ¡Kendall!- gritó en medio del set de fotografía soltando su equipo en una de las sillas para maquillar, abrazó a su amiga como si no la hubiese visto en años, bueno en realidad era así, Kendall había estado en Europa para algunas pasarelas y después visitar a su familia en L.A.

Let's Play Love [Zlatan Ibrahimovic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora