Watch Me Burn

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Cuando pronunció aquello entró al auto y rápidamente lo encendió, Zlatan golpeó el cristal tan fuerte que pensó que iba a romperse, como pudo piso el acelerador del auto dejándolo ahí, esperando una maldita explicación que jamás llegaría. Abrió el auto esperando poder alcanzarla, lo único que había en su mente era "Mercedes Rojo E-Class" pero aun cuando el trafico en aquella zona no era demasiado el auto rojo no podía verse por ningún lado, aun cuando dio algunas vueltas por la ciudad, nada. 

Volvió al campo de entrenamiento del PSG para encontrarse con Maxwell saliendo junto con Lavezzi, Marco y Cavani.

—Me dejo— pronunció cuando el brasileño estuvo bastante cerca, Zlatan se veía completamente pálido, fuera de si y por primera vez se soltó a llorar en publico, en el hombro de su fiel compañero por años, Cavani lo vio con tanto dolor en el cuerpo que no pudo evitar sentirse mal.

—Zlatan— le llamó el Uruguayo rascándose un poco la nuca como lo hacía cada vez que estaba nervioso, el sueco se limpió las lagrimas, ni siquiera tuvo la fortaleza de fulminarle con la mirada simplemente lo vio de arriba abajo.

—Joder que va a matarme— dijo en su lengua madre pero Lavezzi y Maxwell comprendieron a la perfección, Zlatan simplemente alzó una ceja.

—Deberías venir a mi casa por un trago— y antes de que hiciera más preguntas subió a su auto y se fue dejando a un Zlatan desconcertado por sus palabras, para qué querría él ir a casa de Cavani por un maldito trago.

—Deberías ir— dijo Maxwell palmeándole el hombro, pero ésta vez no se quedó perplejo pues su amigo había utilizado aquel tono seguro, uno que sólo él conocía.

—animo Nari que la Peque te ama— pronunció Lavezzi y Marco secundando sus palabras, palmearon su espalda antes de marcharse en sus respectivos autos.

—¿Qué te dijo?— preguntó Maxwell ya cuando los autos alrededor habían desaparecido dándoles más intimidad.

—Nada, le pregunte qué demonios hacia y me contesto un "dejándote"— los ojos volvieron a llenársele de lagrimas y Maxwell lo abrazó fuertemente, Zlatan pocas veces se rompía, era un chico duro, había sido criado para no demostrar sus sentimientos y la única que había llegado a conocerlos ahora lo había abandonado, de la nada, dejándolo expuesto.

—Ve con Cavani, tengo el presentimiento que sabe algo, tal vez debiste decirle lo de Minetti— esa mujer siempre había sido su problema, y tal vez fue el peor error que pudo cometer en sus tiempos en Italia, la mujer era exuberante, nada hermosa, mucho menos elegante, era una simple prostituta con perlas en el cuello.

 Aunque trató, simplemente dio su brazo a torcer como Ronaldo, es que prácticamente le causaba asco pensar en que Berlusconi la tuvo primero, pero la maldita mujer no se daba por vencida, era como su objetivo, su obsesión. 

—Debí, nos vemos luego Maxi— subió a su auto para ir directo a la casa de Cavani, aunque tuvo que detenerse a llamar a Lavezzi para recordar su dirección, era por todos sabido que no llevaba una estrecha relación con su compañero delantero así que sólo acudían a fiestas en común, nada de cenas intimas como las que tenía con algunos miembros del equipo.

Cuando el jugador llegó a casa encontró a Maeve en la estancia llorando como si el mundo la estuviese atacando, la tomó entre sus brazos dejando que la pobre chica llorase hasta que sacase todo ese dolor que tenía pegado al alma.

—Maeve por favor cálmate— acarició su cabello ligeramente, la joven lo sentía como si fuese su hermana haciéndolo, de una forma u otra Cavani tenía la misma calidez que Emilie, la misma forma de acariciarla, de consolarla.

Let's Play Love [Zlatan Ibrahimovic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora