Let's Play Love [Zlatan Ibrahimovic]

New Beginning

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La noticia había corrido como si fuese mantequilla sobre una maldita sartén caliente, fue llamada de mil maneras, cosa que le importaba poco, Helena y Zlatan habían pedido un divorcio de común acuerdo, con custodia compartida, todo por el bien de los niños, por su parte ellos se habían mudado a un apartamento en Triangle d'or La Muette dónde había suficiente espacio para ambos y cuando los niños se quedaban pues Helena había vuelto al trabajo después de hablar con Nayla, ante todo Seger era una mujer de negocios y no iba a echar a perder su relación con quienes les dio la mano. 

— ¿Quieres que pase por ti?— negó con la cabeza mientras colocaba su bolsa en el hombro, pero Zlatan le alzó una ceja mientras ella sonreía ampliamente.

— Está bien, te veo después— lo besó rápidamente pues Victorine ya estaba llamando a la puerta desde la planta baja apretando mil veces el botón como loca y gritando sus nombres.

—¡Voy!— gritó desde la ventana haciendo que las personas que pasaban por la acera viraran la mirada hacia arriba, Ibra la tomó entre sus brazos besándola profundamente como si no quisiera alejarse nunca de ella.

 — me tengo que ir— le sonrió soltándose de sus brazos aventándole besos una y otra vez, Victorine estaba ya en el auto con el ceño fruncido además de entregarle una carpeta, ahora sólo tenían practicas en su tiempo de vacaciones que no se sentían como tal, ella en Vogue junto con su amiga, eran algo así como asistentes de la editora en jefe, Emmanuelle Alt, la cual era una hermosa mujer, alta de cabello castaño y con un sentido de la moda exquisito, pero una maldita loca controladora.

— Mimi, la nueva colección de tu firma, ¿quién crees que pueda hacer una sesión de fotos?— preguntó en la junta que tenían. cuando todos los ojos estaban encima de ella todo se le venía encima era como un balde de agua fría.

 — Puedo hablarle a mi prima Cara— alzó las ceja incrédula de lo que había dicho, si era la misma persona de la cual estaban hablando esa mujercita de extraño cabello castaño con vivos azules estaba mejor posicionada que muchas.

— Sí, la modelo, puede venir en cuanto se lo pida— anotó cosas en su libreta sin despegar los ojos por un segundo de un dibujo de Blaise quien se mordía los labios.

— Perfecto Mimi, ahora vamos todos a trabajar, Vich, mañana el reporte de la Boutique de Louis Vuitton de la que hablamos— musitó señalando a Victorine la cual asintió, hubo mucho trabajo ese día antes de volver a recorrer las calles de Paris y así entregar proyectos.

— ¡Gaspard!— gritó en el momento que sintió su cuerpo alzarse un poco cuando la tarde parisina comenzaba a desaparecer para dar paso al manto de la noche, el chico era francés, vecino de Victorine o bueno vivía en el edificio de enfrente, se habían hecho amigos después de coincidir en el servicio y de la misma universidad.

— Buenas noches hermosas mujeres, se cuidan— Maeve sonrió pues el auto de Zlatan se podía observar a unos cuantos metros, cuando en ese momento sintió unos labios cerca de su mejilla, el perfume de Gaspard le golpeó el rostro al igual que el sonido de las llantas del auto de Zlatan.

—¡¿Qué mierda crees que haces?!— gritó mientras se bajaba completamente enojado, se interpuso pues Zlatan no amenazaba sino tiraba a los golpes.

 — Z, por favor, sólo es un compañero— lo abrazó de la cintura pero era más fuerte y casi se la llevaba con su simple caminar, Victorine también se interpuso pues Gaspard iba a reaccionar.

 — Te estoy viendo, si lo haces otra vez voy a golpear esa carita de bebé que tienes— volvió a vociferar tomando a Maeve de la cintura y acercándola más a él como si quisiera imponer que era suya, Gaspard no respondió con palabras sólo una risa sarcástica.