Let's Play Love [Zlatan Ibrahimovic]

A Frozen Kiss

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— debo decir que es una chica muy guapa— Zlatan no respondió a eso, claro que era guapa, inclusive una mirada de ella era el mismo reflejo de la pureza, divinidad. Maxwell se fue de la casa pasada las seis de la tarde, por su parte Zlatan se dedicó a ver películas infantiles con sus hijos, debía concentrarse en ellos lo más que pudiese, sólo eran dos semanas, ¿qué podía pasar en esas dos semanas?, nada se respondió el mismo comiendo un poco de palomitas del tazón de cristal que sostenía en su brazo.

***

Victorine la esperaba en la entrada del edificio de color beige , era el primer día de clases si así podía llamársele al curso de introducción de una semana que tendrían y por el amor a la vida sentía que iba a vomitar en cualquier momento, aunque su amiga estuviese ahí para ella, diciembre estaba en su apogeo, al terminar el curso navidad invadiría la capital con miles de luces, más nieve de la normal, además de los hermosos colores de la fiestas. 

El primer curso fue impartido por Gabriel Lussac, uno de los mejores periodistas del país, corresponsal de guerra, era casi un sueño, varios catedráticos de renombre hablaron ese día sobre su experiencia en el campo, la pasión con la que desempeñaban su labor, realmente fue inspirador. Victorine y ella salieron rápidamente de la facultad y la nieve cayendo les sorprendió, la escarcha se enredaba en su cabello haciéndola ver como un árbol lleno de ésta.

— ¡Dios! Tengo que irme o moriré de frío— a pesar de haber vivido en NY toda su vida, su cuerpo jamás se había acostumbrado a tan bajas temperaturas, aunque le gustaba, pero observarle desde un lugar cálido, se despidió de su amiga antes de entrar al auto el cual ya tenía una gruesa capa de nieve en el cofre, apretó el botón para encenderle pero parecía ahogarse.

— no me hagas esto— dijo apretando incesantemente, lo que menos quería era pedirle a Zlatan que fuera por ella, aunque prefería hacerlo a tomar un taxi, NY le enseñó que esas cosas eran peligrosas de por si.

—¿Problemas?— preguntó una voz cálida y masculina con un acento hermoso, viró la mirada para encontrarse con un hombre de cabello castaño y ojos tremendamente azules, además de una sonrisa que podía competir con lo blanco de la nieve.

— parece que sí— lo reconoció del curso, un chico que se había sentado cerca de ellas en el auditorio, portaba una gran gabardina negra que casi cubría la mitad de su cuerpo.

— Sebastian Müller, estoy en el curso— la chica asintió tomándole la mano que llevaba unos hermosos guantes de piel italiana.

— Maeve O'Ahern— le devolvió la sonrisa, por todos los dioses, ese chico era hermoso, un encanto de hombre, además su madre le agregaría un gran sí al conocerlo, pero que estaba pensando, presentarlo, ni que quisiera que él... 

— ¿quieres que te lleve?— no era que dudara de aquel chico, pero lo acaba de conocer y simplemente ya le había texteando a Zlatan para que pasara por ella además de explicarle lo del auto.

— muchas gracias pero ya he llamado a alguien— cambió un poco su rostro, como si estuviese decepcionado, tiritaba de frío, y es que como si no fuese costumbre había dejado la bufanda sobre el sillón, un perfume masculino le golpeó el rostro para después un calor recorrerle el pecho.

— esperare contigo, ya casi todos se fueron, no es seguro— ¿se sonrojo? O sólo era el efecto del helado viento jugueteando con su delicada piel, hablaron por un rato esperando que el señor Ibrahimovic llegase, la platica era amena, inclusive hablaron de cómo habían llegado a conseguir la beca, el claxon sonó fuertemente haciéndola respingar.