Cap 5. Cervezas de mantequilla.

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Cap 5. Cervezas de mantequilla.

Snape se despertó sobresaltado, como si una alarma se hubiera encendido de repente en su mente. Con un acto reflejo adquirido después de muchos años de permanecer bajo presiones y rodeado de indeseables con malas intenciones, agarró por la muñeca esa mano que se aproximaba a su rostro. Al ver a Granger le produjo un profundo fastidio, chasqueando la lengua con hastío. Era la segunda vez que le descubría echando una cabezadita y teniendo en cuenta que sus horas de sueño eran verdaderamente escasas, era ya irónico.

-¡Granger! ¿Qué cree que hace?-preguntó clavándole sus ojos oscuros. La chica titubeó.

-Señor... pensé que se encontraba mal...

-Ahora que me ha despertado, sí que lo estoy. ¿Es que acaso se ha propuesto fastidiarme?

-No profesor, yo solo me preocupé...al verle ahí tirado.

Snape la miraba a los ojos casi sin pestañear. No vio mentira reflejada en ellos, la chica decía la verdad. Entonces se percató que aún la tenía cogida fuertemente por la muñeca, Granger lo miraba como un animalito herido que fuera acechado por un depredador. Snape hizo una mueca de desdén, estaba disfrutando con su demostración de poder y con un gesto brusco abrió la mano liberándola...por ahora.

-No estaba tirado, estaba sentado.- indicó con malicia.- Hay una gran diferencia.

-Lo siento Señor.- se disculpó bajando la mirada, incómoda.

-Voy a comenzar a pensar que está aliada con mi insomnio.- dijo un tanto incómodo. No le gustaba hablarle a su alumna desde una posición inferior.- En las dos ocasiones que he conseguido dormir, ha sido usted lo primero que he visto al despertar...y no es algo que me agrade mucho.

-¿Insomnio señor? –preguntó con curiosidad.

-Significa que no puedo dormir por las noches...- replicó con sarcasmo.

Snape no entendía muy bien porqué le estaba contando eso a su alumna. ¿Qué carajo le importaba a ella? Después de todo ella le odiaba...

-¿Ha probado con poción para dormir, señor?

-¡Oh! ¡Qué inteligente! ¿Cómo no se me había ocurrido?-dijo irónicamente mientras se daba un golpe en la frente como si hubiera olvidado algo - No se puede estar más de veinte años tomando poción para dormir, Granger.

La chica se le quedó mirando sorprendida. La verdad es que era para enloquecer, estaba hablando con aquella repelente de su problema, como si en realidad necesitara contárselo a alguien. Su rostro era de preocupación sincera. ¿Por qué estaba compartiendo aquello con ella? ¿Acaso dormir le había sentado mal? Se levantó del suelo sacudiéndose el polvo de sus ropas, con su libro en la mano.

-Los libros son los únicos que me ayudan. Ellos me acompañan mis horas muertas...-le tendió su libro, que ella recogió de sus manos con suavidad.

-¿Le ha...? ¿Le ha gustado profesor?- preguntó con timidez.

-No merece la pena...

-¿No le ha gustado de la novela?

-La historia sí me ha gustado y está muy bien narrada. Lo que no merece la pena es una vida de sacrificio sólo por amor- Eso sí que era irónico que saliera de sus labios.- Es estúpido.

-El amor no es un sentimiento estúpido.- replicó con su habitual pedantería. Snape frunció el ceño. Qué sabría una niñata como ella de lo que estaba hablando. Le enfurecía la gente que hablaba sin conocimiento de causa.

No te acerques tanto a mí. (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora