Epílogo.

8.2K 472 141
                                    


Años más tarde...

Severus Snape saboreó el regusto amargo de un buen Whisky de fuego. Suspiró fuertemente, pasándose la mano por el rostro... estaba muy cansado. Hacía días que trabajaba en aquellos pergaminos con fervorosa pasión, sin descanso. Casi no dormía, apenas si comía... A pesar de las continuas protestas de su mujer. Mojó su pluma en el tintero y siguió escribiendo, poniendo toda su atención en aquellos papeles. Tras las ventanas, brillaba el sol. Era un fabuloso día, a pesar de estar en pleno invierno. Pero apenas si tenía tiempo de levantar la vista de aquellas páginas, que se acumulaban sobre el tablero de la mesa.

Una pequeña lechuza entró ululando fuertemente por la ventana, volando con agilidad por la habitación, antes de dignarse a posarse en la mesa donde Snape estaba trabajando. Severus siguió con la mirada el vuelo del animal con hastío, hasta que se posó a su lado, intercambiando una intensa mirada con aquel maldito bicho. No entendía cómo Hermione se había encariñado con semejante animal, tan orgulloso y rencoroso... aunque bien pensado, a veces se preguntaba cómo se había podido enamorar de él, realmente su mujer tenía gustos extraños. Con máximo cuidado, retiró la carta de su pata, bajo la mirada desafiante de aquel animal. Debía hacerlo con delicadeza, si no aquel maldito bicho se ofendía y arreaba picotazos, capaz de arrancar un dedo de cuajo. Se la tenía jurada desde que le diera aquel manotazo en Hogwarts. Si no fuera porque su mujer la tenía en alta estima, ya hubiera terminado por "accidente" en alguno de sus calderos como aderezo para alguna poción.

Sin perder de vista su whiskey de fuego, al que el animal no le quitaba ojo, abrió la carta sin más demora.

Era lo que se temía.

Snape oyó abrirse la puerta principal de la casa, el sonido de unas llaves al arrojarlas despreocupadamente sobre una mesa, a la vez que daban un fuerte portazo, haciendo que se corriera un poco de tinta en el pergamino que estaba escribiendo. Hermione seguía con aquella fea costumbre de cerrar con "delicadeza" las puertas. La mujer entró en la habitación con una gran sonrisa, a pesar del cansancio que reflejaba su rostro.

Últimamente trabajaba mucho en su investigación. Después de todo lo ocurrido en la casa de los gritos, cómo había conseguido sanarle, a pesar de que sus heridas no daban pie a esperanza alguna, había encontrado por fin su verdadera vocación: La Medimagia. Naturalmente Hermione no se contentaba con ser una medimaga ordinaria, debía ser la mejor. Había trabajado con verdadero ahínco y sus esfuerzos habían traído recompensas. Tras años de estudio y trabajo había conseguido que apoyaran su proyecto, estando al frente de una importante investigación médica. Buscaban la cura para los que habían sufrido mordeduras de hombres lobo.

Hermione se acercó a su marido y lo saludó con un beso en los labios. Entonces se percató de la lechuza en el escritorio, que en un descuido de Severus, estaba bebiendo del contenido del vaso que tenía su marido sobre la mesa. La carta aún reposaba entre los dedos del Ex-profesor. Hermione rascó la cabeza del ave despreocupadamente, abriendo ésta sus alas con satisfacción.

-¿Quién te ha escrito Severus?

-Es mi editor... me está metiendo prisa, quiere ver los nuevos borradores cuanto antes.

-Mmm... Cómo siga presionándote tanto, voy a tener que buscarle y lanzarle un setumsempra...

Snape rió de buena gana. Después de la batalla de Hogwarts, se produjo un escándalo alrededor de su persona. Había sido toda una bomba en el mundo mágico su historia. Eran muchos los que querían verlo dar con sus huesos en Azkaban, otros en cambio, le proclamaban como "Héroe". Le dedicaron numerosas publicaciones en el profeta sobre su historia. Cómo había sido capaz de engañar a Voldemort, su infiltración en la fila de los mortífagos, su gran actuación en la guerra... y Corazón de bruja le había perseguido, al descubrirse su matrimonio secreto con una de sus jóvenes alumnas. Aquello sí que dio que hablar, llenando columnas en los medios de comunicación mágicos...

No te acerques tanto a mí. (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora