"La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse."
Roger Martin du Gard***
El aire golpea mi cara y siento cómo el cabello revienta un poco en mi piel. Duele pero lo dejo estar. Puedo lidiar con esa intensidad, pues nada se compara con los balones que terminan casi explotando en mi rostro a lo largo del curso escolar durante la temporada de básquetbol femenino. Mi deporte favorito. Con eso me salvo de escalar esa cuerda que te raspa todo el cuerpo y esa campana que está arriba de ti, como burlándose de que no la alcanzas, con una risa maliciosa que se mezcla con las demás chicas infelices que esperan su turno y de paso, se llevan una buena comedia contigo. Estúpidas. Yo solo pienso el insulto, en cuanto a Jazmin, una de mis mejores amigas, que en serio se los grita con fuerza y dedicación.
La miro. Está feliz, conduciendo por la carretera y a nuestro lado está en mar. Azul, ondeado y esperando por nosotras. Después me vuelvo hacia mi amiga. Usa gafas de sol , último modelo, un tanto excesivas de estilo, pero le funciona. Menea su cabellera negra de un lado a otro al ritmo de la música de Kudai de su grupo musical favorito . Es algo irónico, pues ella nunca ha vivido en el mundo real. Sus padres son "multi, mega millonarios" como diría Sheyla, mi otra mejor amiga. Bueno, la verdad es que Jaz es muy predecible. Su nombre es único, refinado e inigualable. Desde el jardín de niños, ni una sola chica ha coincidido con su nombre. Ella está llena de lujos y comodidades. Tiene ascendencia Italiana y de pequeña conoció a la princesa Diana. Siempre está a la moda y parece que nunca se tiene que preocupar por nada. Es una especia de princesa, de la realeza baja, pero de la buena. Es una especie de juego que he pensado desde hace tiempo. Pero bueno, no deben entenderme. Es solo que a veces quisiera ser como ella.
Giro mi mirada hacia la playa que está a mi lado derecho ahora mismo. Llena de turistas, casi todos completamente bronceados y musculosos. Hasta las chicas. Al bajar del auto miro mi pequeño cuerpo debajo de este short blanco, blusa holgada fucsia traslúcida, y mi cabello suelto y largo que me hace ver aún más pequeña. Me tranquilizo. Tengo tan solo diecisiete. La naturaleza sigue su curso. Pronto podré ser como mi hermana Evelyn, que en mi opinión tiene el cuerpo de modelo retirada: aún perfecto. Estamos hablando de una mujer de veinte años que levanta el perfecto uno setenta y cinco del piso, delgada, pero no en exceso, con piel blanca, mas no parece vampira, cabello castaño claro (aunque es estilizado), sonrisa de comercial, y perfectita en todo lo que hace. Yo a su lado solo soy un duende con cabello largo y oscuro. Y eso me anima a huir de casa apenas cumpliendo los dieciocho. Bueno... se que regresaría hecha una mierda a los diez días. Moriré virgen y adicta al café. Prefiero no pensar en eso.
Caminamos las tres mejores amigas hacia la playa desde el estacionamiento y me siento una diosa. ¿Porqué? A lado de estas dos, los chicos si me pueden mirar un poco. Sonrío y miro hacia el frente. La playa está completamente abarrotada, y se ve lindo. Es un día lindo. Estoy a veinte kilómetros de distancia de casa y de la perfectita Evelyn. Debo ser feliz solo por eso. De pronto siento que nos paramos en seco. Vuelvo a mi mundo y volteo hacia atrás. Jazmin tiene la misma cara de disgusto que yo. Sheyla se ha quedado en un puesto de cocteles de fruta. Sheyla y su constante hambre. ¿Qué más les puedo decir? Sheyla es la chica que mas come en el mundo y no engorda por el hecho de que ama la gimnasia. Ella y yo somos de la clase media, y a veces nos sentimos mal de dejar que Jazmin pague todo. Como este viaje. Pero ella siempre encuentra la forma de hacernos saber que ella es caritativa.
Colocamos nuestras toallas en la arena y nos recostamos para tomar el sol. Oh si, de esto hablaba. Me burlo de Sheyla que se deja caer al piso con brusquedad, pues no quiere soltar ni un minuto si piña enorme llena de frutas dentro. Me pongo mis lentes de sol y una brisa llena de arena caliente me golpea en el rostro. Un niñito de cómo cinco años se está riendo de mí el muy idiota. Me levanto y me dirijo hacia el estacionamiento. Creo que ni Jaz ni Shey me notaron. Allá ellas, de seguro les tocará más arena.
Al llegar al auto, desato de la parte de atrás mi bicicleta. Es así como antigua, vintage no sé... la amo. Me subo y comienzo a pedalear ciudad adentro. Recto por la carretera principal a la playa. Me voy cuidando de los autos y supuestos motociclistas idiotas que se la pasan molestado a la gente con bicicletas. Me detengo en una acera que se ve más o menos amigable y me coloco mi pequeña bolsita atada a la cintura. Noto el nombre del lugar "Music Rocks!" Vaya. Río y entro lentamente al hacer a un lado la puerta corrediza de cristal. Hay libros, juegos de video y todo relacionado con la música. Hay una especie de reproductor en la esquina, en medio de miles de posters de bandas clásicas. Voy hacia el aparato extraño, y busco entre el alfabeto de álbumes. Encuentro a Avril Lavigne elijo "Complicated" , del álbum y me pongo los auriculares blancos que están a lado, justamente para escuchar la música elegida. Así, por lo menos podemos escuchar el álbum completo antes de comprarlo y decidir si sí vale la pena o no.
Cierro los ojos y me pongo a pensar... siempre que escucho música he de ponerme a pensar mucho, y diría que en exceso. En vez de ir a una fiesta feliz porque voy a ver personas, siento alegría porque habrá música y bailaré y me pondré a pensar. A ese nivel desde que lo recuerdo. La canción me llega. No porque tenga un significado en la letra con el que me identifique, solo que recuerdo a Mario, mi amor del año pasado. No significó mucho, pero con él tuve mi primera relación seria. Nada de solo ir por helados, o por pizza y ver películas. Sino, que, con él podía hablar de todo y ver la luna y las estrellas y todo eso. Pero solo fue un amor de verano. Pasajero. Lo recuerdo. Recuerdo nuestro primer momento feliz.
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My sister's boyfriend
RomanceAngie tiene las mejores vacaciones de su vida: Por primera vez va con sus amigas a un viaje a la playa inolvidable, duerme hasta tarde y vive al máximo. Ahí mismo, conoce a Nicola. Un chico algo mayor con el que coquetea durante todo el viaje. No ll...