Los días siguientes transcurrieron con una verdadera calma. Nicola casi no estaba en casa, pues de nuevo había entrado a su trabajo después de las pequeñas vacaciones de verano que le daban. Yo traté de pasármela bien con Miguel y lo hacía. Pero por alguna manera, me sentía como si estuviera jugando con mi mejor amigo, y no estuviera saliendo con él.
Debe saber que estoy muy floja con la relación, pues solo me da un par de besos en todos los momentos que nos vemos. Eso sí, siempre me abraza, o me sostiene la mano. Es un caballero. Siempre que va por mí en la mañana, aunque haga algo de frío, se sale del auto y me abre la puerta. Yo, siendo decente, le agradezco, le doy los buenos días y beso sus labios. Siento una especie de cariño y me siento tan cómoda con él, que no me da tiempo de ponerme a pensar en Nicola. Tal vez estoy empezando a corresponder a Miguel, y eso me hace feliz a mí también. Es lo mejor. Se merece todo.
Ese día después de clase, por alguna razón yo quise caminar de regreso a casa, y despedí a Miguel en la salida del colegio. Me dio un beso tan largo y apasionado, que no supe como responder bien. Me impresionó la forma en que lo hizo. Y me abrazó con más fuerza. Como si tuviera miedo a perderme. Jugó con mi cabello y después me brindó una sonrisa hermosa. Dijimos adiós y el entró a su auto y se marchó. Yo decidí caminar hacia casa... mejor no. Crucé la acera, y subí hacia el puente para peatones. Con algo de miedo me apoyé sobre el barandal y miré a los autos por abajo mío. Me mareé al cabo de un rato y seguí caminando. Al bajar del puente, caminé calles abajo. Justo como la vez anterior. Después de casi veinte minutos caminando, llegué a la calle abandonada. Pasé por detrás de los vagones de ferrocarril, y llegué al parque. Subí a uno de los columpios, y junté mis manos arriba de mis rodillas. Me balanceo un poco con mis pies y el aire me pega de lleno. Pensé que había terminado el temporal de lluvias, pero el cielo se ve cada vez más gris. No debí de haber venido. Está muy lejos de mi casa, y tendré que caminar. Suspiro pesadamente y me pongo mis auriculares, intentando escuchar una canción alegre, que me alegre el día. La da dee es una buena opción. Me balanceo en el columpio cada vez más alto y de nuevo me recuesto en él para que mi cabello llegue hasta el piso. Debería de darme miedo por estar sola en un lugar desierto, pero hoy estoy más extraña que asustada. Cierro los ojos y siento la intensidad con la que subo hacia el cielo, y después vuelvo a bajar. Como si estuviera volando. De pronto algo me detiene. Abro los ojos de golpe y mi corazón salta desbocado. ¿Porqué me detuve? Giré mi cabeza hacia atrás y vi a Nicola sosteniéndome de la cintura. Su mirada es distante.-No deberías estar aquí sola con este clima.- advirtió mirando hacia el cielo, un trueno lejano se hizo presente.- ¿Tu novio te abandonó?
-Yo decidí venir.- me defendí.- No le eches la culpa a Miki, el quería acompañarme.- mentí.- Solo que siempre necesito un momento sola, para pensar... ya sabes.
-¿Puedo...?- señaló el otro columpio vacío. Yo solo asentí y seguí columpiándome como si el no estuviera conmigo."La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo."- Gustavo Adolfo Bécquer
Mi corazón sentía que él estaba algo triste. Hasta mi calculador cerebro lo sabía. Me daban ganas de besarlo, abrazarlo y decirle que todo estaría bien, sea cual sea el problema.
Pero me negué. Seguí columpiándome con cierta seriedad incómoda. Otro trueno se escuchó, un poco más cerca. Siento esa lejana adrenalina de saber que lloverá seguramente y estoy lejos de casa. Me quito los auriculares y los guardo en mi bolsa. Empiezo a buscar entre todas mis cosas, como si en verdad quisiera encontrar algo importante. Nicola sigue en silencio. Sonrío al saber que me estoy sintiendo un poco mejor cuando rebusco entre las cosas. Me siento ocupada y más cómoda.-Está bien, ya me he cansado de esto.- dice Nicola y se levanta, quedando justo en frente de mí, obligándome a frenar la velocidad del columpio.- ¿Cuándo vas a dejar de ser así?
-¿Así cómo? - pregunté exaltada. No sabía que él iba a actuar así.-
- Intentas evitarme, te comportas como una niña malcriada...- reclama él, con tono desesperado.- Y ese novio tuyo...
-¿De qué hablas?- pregunté sorprendida.- No te permito que me hables así. Tú no eres nadie como para criticar mi forma de ser. ¿O es que quieres que yo te diga lo que odio de ti?
-El simple hecho de verte ese día y saber que salías con ese idiota me enfermó.- los celos se notaban al máximo. Lo he logrado. He logrado llegar a su punto débil.- Es decir, y que Alicia dijera eso de los dos... de que tú y el... ¿sabes cómo te vio? Como un maldito lobo hambriento. Queriéndote llevar a la cama, besarte y eso no... yo no puedo...
-Oh vaya, ya salió la sorpresa.- me levanté y quedé frente a él. Nuestros alientos chocaban con cierta violencia.- No quieres que un chico que sale conmigo me lleve a la cama... pero ¿y tú qué? ¿A ti que más te da? Tú por poco lo logras dos veces. ¿No es así?
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My sister's boyfriend
RomanceAngie tiene las mejores vacaciones de su vida: Por primera vez va con sus amigas a un viaje a la playa inolvidable, duerme hasta tarde y vive al máximo. Ahí mismo, conoce a Nicola. Un chico algo mayor con el que coquetea durante todo el viaje. No ll...