Capítulo 25

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El siguiente día en la escuela, tuvimos un examen horrible de química. Creí no salir viva, pero por alguna razón obtuve una buena calificación. Creo que es por el poder que me estoy dando a mi misma desde que estoy con Nicola. A veces pienso que el amor es una cosa mágica que nos hace ser mejores en todos los aspectos de nuestra vida. Hasta ahora me ha funcionado mucho. Mi madre ha regresado de su viaje, y como no podría ser de otra manera, Alicia está muy unida a Nicola, yo no puedo hacer nada más que observar y callar. Me siento culpable. Para todos lados a los que volteo. No les he dicho nada a mis amigas, porque... bueno, no lo sé, la verdad. Si Nicola me dice él mismo que puedo contarles lo haré. Si no, esto será un secreto todo el tiempo que quiera. Así es el amor. Así es ahora.
Y me siento peor con Miguel. No hemos hablado desde aquella vez en el auto. Solo nos vemos un par de veces entre clases hablando de nada, pues estamos muy apresurados. Él se queda entrenando todos los días y yo me voy a pié a casa. No podríamos ser más distantes. Ahora recuerdo porqué no quería salir con él. Cuando éramos amigos era lo mismo. Casi no nos veíamos. Era un milagro cuando salíamos todos en grupo a comer algo, o al cine o nos asignaban un trabajo e equipo o algo así. Así que decidí hacerlo. Era ahora o nunca.
Caminé hacia mi casillero el jueves por la tarde a la hora de la salida y acomodé en mi mochila todos los libros y cosas que tenía en el casillero. Todo el viernes y el resto del fin de semana habrá un curso para los profesores de esta escuela y de muchas otras, y nos pidieron que vaciáramos nuestro casillero. Al terminar de vaciarlo, me encaminé hacia las canchas traseras del instituto. Me sujeté del barandal continuo a las gradas, observando a Miguel corriendo para alcanzar el balón que le han pasado. Ahora como ha llegado la temporada de americano, ha decidido anotarse al grupo. Escucha el silbato de tiempo, y corre hacia mí con una sonrisa que me rompe el corazón. Lo quiero mucho, pero no como para hacerle ilusiones en ese corazón que tiene, y luego dejarlo botado. No se vale. No es justo para él. No quiero utilizarlo. Y el me dijo que estaba consciente de que estaba conmigo, arriesgándose a no ser correspondido. Así que tengo la esperanza de que entienda. Llega a mi lado y me abraza. Ahogo un sollozo de mi pecho, y lo miro a los ojos valientemente. Es la hora.

-¿Podemos hablar unos minutos?- miro hacia el equipo, que siguen tomando agua, calentando o haciendo pases.- ¿Si se puede?
-Claro.- tomó mi mano y me llevó a la primera fila de las gradas, donde nos sentamos uno a lado del otro. Tomé sus manos e intenté sonreír.- ¿Qué ocurre Angie?
-Dijiste que no saldrías lastimado... ¿recuerdas?- le pregunto incapaz de mirarlo a los ojos.- Por favor no me hagas quedar como una chica sin sentimientos.
-Sé a dónde llegamos con esto.- suspiró y soltó mis manos, sin querer verme a la cara y tallando su frente muy a menudo.- Dije también que haría que esto valiera la pena.
-Lo sé, lo sé...
-¿Es que acaso no valió la pena?- preguntó en un tono desesperante.- Pensé que querías que estuviera contigo.
-Y quiero que lo estés.- suspiré, ahogando mi llanto.- Pero no de esta forma, te agradezco por quererme tanto y cuidar mucho de mí, de veras. Pero... aún no veo algún futuro... tú eres el chico más maravilloso del mundo y te mereces a alguien que te valore completamente. Yo soy demasiado tonta para hacerlo.
-No, no lo eres.- tomó mi barbilla y la alzó para poder ver sus ojos azules.- Bueno... creo que tantos años de amistad se han quedado grabados. Estás muy acostumbrada a esto de los amigos solamente. Y no me incomoda, al contrario, te considero valiente. Yo nunca haría algo parecido. Y menos contigo, que eres tan cercana.
-Lo lamento... lamento no quererte tanto como tú me quieres a mí.- mis lágrimas empezaban a correr como ríos en mis mejillas, me separé de él para limpiarlas con el dorso de mi mano y echarme a reír.- Mírame. Luchando por no lastimarte y yo estoy llorando.
-Ven- Miguel me abraza y siento que él tampoco quiere que esto termine mal. Me da un beso en la frente y aparta algunos mechones de mi cabello que cubren mi cara.- Angie yo siempre voy a quererte de una forma especial. Pero tampoco quiero ser alguien que te tiene junto a mí por capricho. Sé que a Nicola no le gustaría.

My sister's boyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora