Capitulo 29

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Todo el camino a casa es confuso. Es una nebulosa encima de mi cabeza que no me deja pensar bien. Pienso en la propuesta de Vasco, y justo después pienso en todo lo que puede pasar de ser el caso de que acepte. (Ni que estuviera completamente loca) ese imbécil es un genio y hará todo lo conveniente para él. El nunca me ayudaría. Ni loca en pensar en esa posibilidad. No estaba pensando cuando me dirigí a su casa a buscar su apoyo, la verdad que no. Solo he avivado el fuego que creí que ya había desaparecido hace años... de hecho yo no lo hice. Mi hermana lo hizo, y ahora no tengo deseos mínimos de verla.

Al llegar a casa, hay un mensaje en el teléfono fijo, mi padre dice que volverá en dos días. Como no tengo mucha hambre, tomo un yogurt de frutas del refrigerador y me siento a hacer los deberes, que sorpresivamente son pocos. Al terminar, ni siquiera son las cinco de la tarde y me encuentro libre y sola en la sala de estar mirando alguna estúpida película que no entiendo bien. El interfono suena y me dirijo a contestar. Es Nicola. Al abrirle la puerta de entrada, veo su sonrisa por primera vez en una semana y me siento más tranquila, aunque sé que tengo que contarle la verdad.
Lleva en sus manos un cartón que dice The Master's. El mejor restaurante de comida italiana del mundo. Sonrío y le doy un beso corto en los labios antes de dejarlo entrar y tomar la caja para dirigirnos a la cocina. Él me toma de la cintura y besa mi cuello. Llegamos a la cocina y pongo el cartón de pizza en la mesa y busco algunos platos.


-No, no... déjala.- me toma de la mano y se dirige hacia el pasillo, donde abre puertas al azar y se ríe.- ¿Dónde está tu habitación?
-Última puerta a la izquierda.- comento entre risas.- Antes era una habitación especial para guardar artefactos inservibles y herramientas, pero...


Nicola no me deja terminar. Me aprisiona contra sus labios y me abraza justo en medio del pasillo con sus brazos y yo contra la pared. Pronto estoy jugando con su suave cabello y me estremezco cada que me toca la espalda por debajo de la blusa. Me arqueo contra él y gime mi nombre. Muerdo mi labio inferior y abro la puerta de mi habitación sin separarme siquiera un centímetro de él. Acaricia mi cabello y me deja caer lentamente sobre la cama. Logro sentarme en la orilla y tomo aire. Lo miro a los ojos y le sonrío con sinceridad. Tomo su camisa en mi poder y se la quito por completo. Acaricio la piel suave de su espalda y me hecho para atrás, hasta tocar con mi cabeza la almohada. Me levanta un poco entre besos y me quita mi blusa. Baja sus labios a mi cuello y se queda ahí, prisionero de mi piel y de mi respiración que se escucha con mayor intensidad ahí. Acaricia mi cintura y yo escondo mis labios en su hombro. Su mano baja a mi cadera y baja un poco la tela de mi pantalón y mi ropa interior. Acaricia mi pierna y vuelve a subir su mano hasta mi hombro. Lo acaricia hacia abajo, hasta lo largo de mi brazo y me toma de la mano. Entrelazamos nuestros dedos. Levanta la vista y me vuelve a mirar con esos ojos llenos de entrega, de paciencia y sobre todo, de amor.
No puedo describir el hermoso sentimiento que tengo cuando Nicola me hace el amor. Con esta, son dos veces y he perdido el miedo. Me siento más libre para volar. Y al terminar, siento como si todo el problema que nos envuelve no existiera. Mi corazón late fuerte cuando ambos reímos escondiéndonos en las sábanas y entrelazando nuestros pies. Me siento mucho más mayor, con una casa para nosotros dos solos, como si fuéramos algo más. Desearía que todo fuer más fácil. Y justo ahora, me levanto, envuelta por una sábana y voy corriendo hacia mi mochila, que está en mi escritorio y tomo mi teléfono. Regreso a su lado y me quedo sentada sobre el acolchado, él se incorpora y se sienta a mi lado.


-¿Qué tienes ahí?- pregunta juguetonamente besando mi mejilla.-
-Tengo que contarte algo que he descubierto.- suspiro pesadamente y no lo miro. Solo sigo rebuscando entre los archivos enviados.- Nicola... no sé cómo vayas a reaccionar con esto. Es que... yo tampoco me lo creo.
-¿Qué pasa?- pregunta con su semblante preocupado. Odio que se ponga así.- Puedes decirme.
-Es que he descubierto esto en el teléfono de Alicia.- le entrego mi teléfono y levanto mis piernas para abrazarlas y colocar mi barbilla sobre las rodillas. Intentando mirar hacia otro lado que no sea él.-

My sister's boyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora