Después de una clase intensiva con todas las reglas, entrenamiento básico en un simulador y pruebas algo psicológicas, (supongo que para que no pase ningún accidente) nos dirigimos a la puerta del fondo del lugar y al abrirla, nos encontramos con una playa privada con olas mas o menos grandes. Muchas personas están practicando surf en las olas, unas toman el sol y otras corren con sus tablas de un lado a otro. Unos más avanzados que otros. A algunos metros, hay un pequeño restaurante donde muchos aprendices están sentados conversando, descansando y tomando algo. Unas bocinas negras altas retumban con alguna canción animada y conocida. Creo que es "Crazy In Love" Tomo mi tabla como puedo y caminamos hacia la orilla del océano.
-Éste era otro de mis sueños.- me susurra Nicola cuando caminamos detrás del instructor, con el sol dándonos de lleno en la cara.- Siempre me ha interesado el surf.
Me río. No sé porqué, pero ésa pudo haber sido la frase más divertida que él ha dicho desde que lo conocí. Se está abriendo conmigo. Me hace sentir especial.
"Estamos hechos del mismo material de los sueños" - William Shakespeare.
El instructor nos fue diciendo paso a paso qué hacer cuando venga una ola buena, y también nos dio otra charla intensiva sobre la seguridad. Después hizo que entráramos al agua. En la parte aún baja. Colocamos nuestra tabla en el agua y subimos a horcajadas sobre ella. Remamos con las manos y nos dirigimos hacia un poco más adentro. El chico nos indicó qué ola podría ser la nuestra y le avisó a Nicola primero. Él tomó la ola a la perfección. Subió a la tabla justo a tiempo y mantuvo el equilibrio hasta llegar a la orilla, cuatro o cinco metros más adelante. Regresó, recostado en su tabla y remando con sus brazos. Ambos me miraron, haciéndome saber que ya estaban listos y que me tocaba a mí arriesgarme. Por favor Dios ayúdame a salir de esto con vida.
El chico moreno me indicó que era hora de salir. La ola estaba llegando. Era perfecta, según él. Desvié mi mirada hacia Nicola y el me regaló una sonrisa de apoyo. Remé un poco hasta llegar a estar frente a la orilla. La ola llegó por mis pies y rápidamente me paré sobre la tabla. Cerré los ojos y era peor, así que los abrí y me concentré al máximo para no caer. ¡Lo estaba logrando! ¡Lo hago, estoy surfeando! Doblé mis rodillas y la ola me impulsó hacia adelante, casi llego a la orilla y me dejo caer hacia un lado de la tabla y al salir grito de alegría. Lo hice. Lo hice. Estoy tan eufórica, que salgo del agua, tomo mi tabla que aún está atada a mi pié y me siento en la arena para desatarla. La dejo en el piso y me pongo a hacer locuras, gritar y saltar y me dejo caer en la arena y miro el cielo azul. El sol me da en los ojos y los cierro. Siento un movimiento a mi lado y abro los ojos. La mirada de Nicola está fija en la mía y está encima de mí. Con sus manos a mis lados haciendo soporte a su cuerpo. Aún sigo eufórica, emocionada. Ebria de amor, de triunfo y felicidad. Tomo sus mejillas y lo atraigo hacia mí. No me puedo aguantar ni un momento más. Hago presión sobre sus labios, contra los míos. Él se deja caer lentamente sobre mí y me abraza. Yo enrollo mis brazos en su cuello y saboreo sus labios salados y dulces al mismo tiempo. Esto está mal... no quiero estar bien. Besa tal y como lo había imaginado. Tal vez mejor. Mierda, debí hacer esto desde hace tiempo.
Nuestros labios tienen una sincronización increíble. Siento su sonrisa en mis labios. ¿Lo hago feliz? ¿Lo estoy haciendo tan feliz como él me hace feliz a mi? Acaricia mi cintura con ambas manos y muerde mi labio inferior. Me siento consumida. Hipnotizada. Estoy enamorada."En un beso, sabrás todo lo que he callado" - Pablo Neruda.
-Lo siento Angie.- dice Nicola sacándome de mis pensamientos.- No debí... lo siento, no sé porqué lo hice.- se levantó, y se hizo a un lado sentándose en la arena y cubriendo su cara con sus manos.- Me dejé llevar por la emoción. Perdona.
-No.- negué con la cabeza y me senté de nuevo, a su lado.- Perdóname a mí. Es decir... no debí hacerlo, eres el prometido de mi hermana.
-Desearía que no( oooo me muero muertaaa xd).- Nicola se levantó de su asiento, con su semblante aturdido, molesto y yo me quedé sentada y en shock.-Corrí hacia dentro del edificio, y entré a los vestidores. Me entregaron mi ropa y después de ponérmela, fui por mis cosas, me limpié el rostro de los rastros de rímel y lo volví a aplicar correctamente. Salí de nuevo a la playa a buscar a Nicola. Saqué mi teléfono e intenté llamarle, pero olvidé por completo que tenía el número de su antiguo teléfono, no del actual. Nunca recordé anotarlo o pedírselo. Mierda. Me senté en la barra y compré un agua embotellada. Solté mi cabello y lo acomodé un poco, para volverlo a atar en un moño algo alto y desordenado.
No quiero llorar. Aunque todo esto es mi culpa. Es decir... yo lo besé. Pero, oh, él se dejó. Me abrazó y hasta me mordió mi labio. Inconscientemente hago lo mismo y lo recuerdo. Aún tengo su sabor en mi mente. Estoy algo mareada. No sé si es porque estoy a punto de llorar, o por el efecto del sol. Me levanto del asiento y entro de nuevo a buscarlo. Espero fuera del vestidor de hombres y mi celular comienza a vibrar. Número desconocido. Lo abro y leo el contenido: "Lo siento por lo que pasó, en un momento iré por ti nena. En verdad lo siento." Supongo que es de Nicola. Suspiro y me quedo recargada en la pared mirando hacia el techo. ¿Porqué el dijo que desearía no ser el prometido de mi hermana? ¿Es una clase de señal que quiere darme? Dios mío. Me siento culpable.
La puerta de los vestidores se abre y Nicola sale de ahí. Me mira y esboza una débil sonrisa. Yo la devuelvo, y no sé que hacer. No puedo más. Aspiro hondo y hago una especie de puchero que odio. No quiero llorar, pero esto es definitivo. Una lágrima resbala por mi mejilla y no me controlo. Un sollozo sale de mi garganta y tapo mi rostro con mis manos.-Oh... nena.- siento los brazos de Nicola rodeándome. Escondo mi rostro aún tapado con mis manos en su pecho. Otro sollozo. No me puedo controlar. Me siento una basura, una zorra.- No llores por favor. No fue nuestra culpa, después de todo.
-Lo siento mucho... yo, solo...- sacudo la cabeza desesperadamente y mejor callo. No sé que decir después de esto.- Mírame... soy un desastre.
-Basta.- besa mi frente y me aparta de él, tomando mis hombros con sus manos.- Eres una llorona Angie Arizaga.- de nuevo vuelve a ser el Nicola divertido.- En serio. Soportaste la humillación de entrar a una tienda sexual, eres una rebelde a la hora de poner tus pies en el salpicadero y dañar mi auto, gastas todos tus ahorros en algo que no es para ti, me ganas en la guerra de columpios, eres una fiera en el surf... y lloras por esto. ¡Por favor!
-Perdóname.- río mientras seco mis lágrimas.-
-Está olvidado. No pienso arruinar tu cumpleaños.- toma mi cabello, sujeta los palillos y el lazo y lo quita. Haciendo que mí cabello desordenado y un poco húmedo, baje. Está suelto. - Así está mejor.***
. Esta vez, me dejó subir mis pies a donde yo quisiera. Bromeé colocándolos encima del volante, él los tomó y los puso en el salpicadero.
-Creo que estabas mejor así.
Como lo dije, me encantaría quedarme a vivir en la playa, pero aún tengo tres citas pendientes y apenas son las tres de la tarde. Pensándolo bien, es algo tarde. Llamo a mi padre, avisando que llegaré un poco más atrasada de lo normal. Él se burla diciendo que he estado muy solicitada solo por tener la mayoría de edad para conducir sin supervisión.
He dejado mi cabello suelto, como a Nicola le gusta. Después de ese abrazo en el pasillo, no hemos vuelto a tocar el tema del beso. La verdad me gustaría decirle que fue intencional, pero no quiero que se moleste. Tengo que mentirle. Es lo que más odio. Siento que él está siendo muy sincero conmigo y yo le juego mal.
Otro problema. No quiero salir con Miguel después de lo que pasó. Me siento hipócrita al intentar ser amable y solo le estoy dando falsas esperanzas. ¿Por qué es tan difícil decir la verdad? Quisiera decir todo lo que pienso sin miedo a que todo resultara mal. Que todos lo tomaran bien y siguiéramos sin ningún problema con nuestra vida. Pero no es así. No hay esperanza acerca de eso. Y lo peor es que no sé quién será el culpable.
Lo único que sé es que estoy cansada y lo único que quiero es dormir."El lenguaje de la verdad debe ser, sin duda alguna, simple y sin artificios." - Séneca.

ESTÁS LEYENDO
My sister's boyfriend
RomanceAngie tiene las mejores vacaciones de su vida: Por primera vez va con sus amigas a un viaje a la playa inolvidable, duerme hasta tarde y vive al máximo. Ahí mismo, conoce a Nicola. Un chico algo mayor con el que coquetea durante todo el viaje. No ll...