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Capítulo VII

~ Mentiroso ~

El resto del día había transcurrido de prisa. Fingí estar concentrado en historia universal y después mi clase de pintura me llevó hasta el final de la jornada. En cuanto el timbre anunció el final de la clase, corrí hasta el baño de hombres, me quedé frente al espejo y puse manos a la obra para adquirir un aspecto más o menos presentable. Mojé mi cara con bastante agua para despertar después de la aburrida clase de arte. Desordené mi cabello y luego lo peiné hacia atrás. Cinco minutos más tarde estaba... un poco mejor. Al menos por fuera.

Cuando salí del baño me encaminé hacia la salida, pensando en qué estrategia usar para no volver a comportarme como un idiota en frente de Harry. Pero mi plan se reducía a tres palabras: "Mantén la calma" Claro, en teoría, resultaba fácil ahora que no estaba en frente de semejante hombre.

Zayn y Niall ya estaban esperándome en la entrada. El moreno parecía más arreglado de lo que estaba a la hora del amuerzo. Era evidente que hablaba en serio cuando dijo que quería conquistar al bajista del grupo.

-¿Listos? -pregunté.

-Vamos -ellos respondieron a coro.

-Estoy deseando llevarme a la cama a ese bajista -aseguró Zayn-. Lo he decidido durante mi clase de filosofía

-Zayn, por Dios. Eres un pervertido -Niall fingió estar escandalizado. El moreno sólo se encogió de hombros.

-No hay nada mejor que un buen sexo

-Lo siento, Zayn, pero estoy con Niall. No eres más que un pervertido que sólo busca placer en el sexo

-Tal vez -contestó con aires de orgulloso.

Cuando llegamos, los chicos del grupo todavía no estaban allí. Entramos, un tanto incómodos, al ver cómo nos miraban. Seguro nadie espera ver a chicos tan jóvenes en lugares como ese. El The Crown era un bar de lo más popular en la zona centro de Londres y muy típico de Inglaterra. Tenía un aspecto muy moderno, con iluminaciones rojas y mesas altas con asientos de cuero negro. El local atraía a profesionales engreídos, de esos que visten camisa y te miran de pies a cabeza mientras sostienen botellas de cerveza alemana. Por lo general evitábamos ir allí. Empujamos a Zayn hacia la barra, y él pidió tres botellas de Corona con una rodaja de limón. El barman, un chico joven y apuesto, recibió el dinero sin hacer preguntas y destapó las botellas. Zayn las repartió antes de llevarnos hacia la terraza.

-¿Cerveza? -le susurré a Niall con algo de desconcierto.

-No sé tú, pero a mí me gusta -tomó un sorbo y me sonrió.

Sin duda lo mejor de The Crown era su terraza. Sobre todo en días soleados. Los dueños habían pagado una gran cantidad de dinero para que convirtieran el patio en un espacio mágico y paisajista. Las mesas estaban en rincones ocultos, rodeadas de árboles y arbustos. A esa hora, la mayoría de las mesas estaban ocupadas por grupos de ejecutivos que iban hasta allí después de largas jornadas de trabajos.

Zayn nos condujo hasta la última mesa que estaba disponible. Se ubicó en la parte central, dándole la mejor vista del lugar. Niall sacó sus oscuras gafas de sol y se tapó media cara con ellas. Fruncí el ceño. Estaba haciendo mucho calor aquella tarde, lo cual no era común considerando que aún era invierno.

Miré mi botella un poco indeciso y tomé un pequeño sorbo. No estaba nada mal, así que tomé otro más largo y me quedé ahí recordando que Harry estaba a punto de llegar. Zayn observaba hacia la puerta y cada vez que ésta se abría, se quedaba mirando a todos los que entraban. Parece que yo no era el único tenso. En mi mente repetía una y otra vez las palabras: "actúa normal, actúa normal, actúa normal".