Capítulo IV

4.6K 329 175
                                    

~ Problemas ~

Las lágrimas se resbalaban por mis mejillas. Me sentía humillado y al mismo tiempo sentía rabia por lo que había pasado. Estaba corriendo en dirección a mi casa y la gente me miraba de una manera extraña. Supongo que ver a un chico sollozante correr a la mitad de la noche no es algo que se vea muy amenudo. Mi teléfono no dejaba de sonar, pero no iba a contestar ahora. No tenías ganas de hablar y mucho menos de dar lástima. Entendía que mañana enfrentaría las consecuencias de lo ocurrido. No me podía sacar de la cabeza la expresión de Zayn cuando insinué lo de la clamidia. Yo era uno de los pocos que sabía su secreto y hace minutos lo había dicho todo sin dudarlo después de jurarle solemnemente que no se lo contaría a nadie. Seguí corriendo con lágrimas que amenazaban con salir nuevamente y con ese molesto nudo en la garganta. A medida que avanzaba las calles se hacían más oscuras y silenciosas. Estaba a sólo un par de minutos de mi casa.

-Olvídalo -dije-. ¿Qué sentido tiene obsesionarse con él?

Recordé a Harry. Se me era difícil no hacerlo y me estaba odiando por eso porque lo que provocaba en mí no lo había hecho otro chico antes. Dejé de correr cuando se me vino a la cabeza la imagen de sus ojos puestos en los míos. Aquel momento en el que nos miramos por primera vez. Tal vez, eran alucinaciones mías, pero me dio la sensación de que su mirada estaba puesta en la mía, como si hubiera sido la única persona del público en la que se había fijado. No podía engañarme a mi mismo, de sólo recordarlo mi corazón se aceleraba, y eso sólo tenía una respuesta; estaba loco por él. Pero me negaba a la idea porque había sido un estúpido con el ego hasta por los cielos. Se había mofado de mi "enfermedad" mental y claro, Zayn había ayudado a que así fuera.

Doblé la esquina y allí en frente estaba mi casa. Saqué las llaves del bolsillo mientras me acercaba. Decidí no volver a pensar en lo ocurrido hasta que me sintiera bien emocionalmente.
Cuando entré a mi casa, mi mamá esperaba por mi en frente de la televisión. Ella frunció el ceño al verme y supe que me haría una ronda de preguntas de porqué estaba allí tan temprano. Tiré mi abrigo sobre el sofá y me senté a su lado.

-¿Ha pasado algo, cariño? -preguntó.

-¿Por qué lo preguntas?

-Luces preocupado y has llegado más temprano de lo habitual -apagó la televisión y acarició mi mano.

-La noche ha estado... -hice una breve pausa- ... más o menos

-Vamos, cuentame

Levanté mis piernas para ponerlas sobre el sofá y me acercé más a ella para apoyar mi cabeza en su hombro.

-Para variar, he tenido otro ataque de pánico -ella me miró con los ojos muy abiertos, pero no dijo nada-. Luego Zayn le dijo a un chico que me había desmayado porque me parecía guapo. Supongo que lo hizo para burlarse de mi y también para intentar impresionarlo

-Zayn siempre ha sido así -dijo.

-Siempre -quería dejar el tema hasta ahí así que desvié la conversación a otro punto-. ¿Qué hay de nuevo en las noticias?

Ella suspiró. -Lo mismo de siempre. Muertes, injusticias, pobreza. Supongo que eso es lo común en todas partes.

-Entonces, ¿Fue un día común y corriente lleno de desgracias?

Destinados » LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora