Mi Niñero Favorito..Y se llama Cho Kyuhyun!

10장 ✎¿Por culpa del Vino?

Las visitas seguían llegado, ¿Qué día podría obtener hoy?, ¿bueno, regular, malo o fatal?, ya no sabía qué hacer y menos que decir, al frente de mí se encontraba el señor Lee, mirándome extraño de pies a cabeza, ¿era una persona de otro mundo o qué?, todos estuvieron mirándome en cada momento que podían.

De lo desconectado que me encontraba del mundo pude reaccionar a tiempo y darme cuenta de porque era observado tanto, aun tenia puesto la bata rosa, no era difícil de descifrar de quien era el dueño esta cosa que tenía puesto mi cuerpo por culpa de Hyumin.

Sin dejar de mirar a Kangin porque ese era el nombre del padre de Min me saque la maldita bata, que por su culpa estaba siendo un muñeco de burla por todas las personas que pasaban y por las dos niñas que se encontraban en la sala riendo sin parar.

Hyumin aún seguía de pie junto a mi esperando recibir una respuesta a la pregunta que había hecho cuando abrió la puerta, encontrándose con una persona que no era una anciano, al contrario era una persona que aparentaba ser mucho más joven de la edad que tenía.

-¿Se encuentra Sungmin??-preguntó Kangin cortando el ambiente incomodo que se había formado desde su llegada.

La pequeña coneja, solo lo miro con molestia, no entendía porque llego a su casa un señor extraño a buscar a su appa, nunca lo había visto, nadie le hablo de él.

Kangin posó su mirada en su nieta, por lo poco que conocía respecto al tema, Sungmin no había permitido que nadie de su familia se acercara a él y menos a su hija, se alejó de amigos y familiares, a pesar que no recordaba algo dentro de él le decía que en el pasado nada estaba bien con ellos.

Lo que no entendía era por que Kangin estaba aquí, si la noche anterior Heechul había hablado con él y ambos habían llegado a un acuerdo o ¿eso es lo que quiso dar a creer el todopoderoso Lee?.

Hyumin estaba nerviosa, a pesar de que quería hacerse la fuerte delante de su abuelo, siento como coge una de mis manos y la aprieta fuerte, en ese instante volteo a verla y le sonrío, necesitaba tranquilizarla para que no haga preguntas, no era la hora de hacerlas, nadie podía engañarla y sabía que ese hombre extraño no había llegado a su casa por nada.

-Hyumin, tus amigas te están esperando, ve con ellas, yo me encargo del señor-al escucharme solo me miró y asintió, siento como su mano deja la mía y camina de regreso hacia la sala.

Kangin miraba concentrado a su nieta, era la primera vez que la veía en persona después de siete años, sentía pena por el hombre que se encontraba para frente a mí, no estar ha lado de su hijo cuando más lo necesitaba y ver a su nieta ya grande era un remordimiento que no se acabaría con tanta facilidad.

Los ojos del Sr. Lee estaba inundados de lágrimas, quienes gritaban por salir, Kangin siempre fue un hombre fuerte que no mostraba compasión y menos sus sentimientos, desde que su tercer hijo se fue de su lado la poca amabilidad que poseía su cuerpo se perdió por el sufrimiento.

De los tres herederos Lee, Heechul y Sungmin permanecieron a su lado, el segundo se fue a vivir con su madre a Japón, Sungmin tenía muy poco contacto él, eran difíciles las veces que ambos conversaban por teléfono, Heechul no podía reconocerlo si lo volviera a ver.

La vida de la familia Lee era un misterio, el divorcio fue un caos para la sociedad, con juicios Kangin pudo tener a Heechul y a Sungmin, pero el segundo no pudo estar a su lado, por mas que había luchado para tener a sus tres hijos juntos no pudo.

Las risas de las tres pequeñas niñas se escuchaban por toda la casa, estaban llenas de vida y felicidad, sin poder detener más las lágrimas, Kangin comienza a derramarlas una tras otra, la sorpresa en el que estaba envuelto era grande, sin embargo, sabia del dolor que el señor tenía por dentro.