Me encontraba nervioso por todo lo que estaba a punto de pasar, tener a Sungmin a mi lado dispuesto a escuchar la verdad después de dos meses separado, hizo que los nervios me invadieran, tenía que confiar en que Min entendería todo.
Los ojos de Sungmin estaban tranquilos, tenerlo cerca me tranquiliza, esta era la oportunidad para que ambos arregláramos las cosas del pasado, mis padres en todo este tiempo no hicieron nada, se me parecía muy extraña su actitud, sin embargo no me confiaría en ellos.
Hyumin se encontraba dormida, era difícil que despertara después de una larga tarde donde ambos acabamos completamente agotados por todos los juegos y humillaciones que nos hicimos, Kibum estuvo a punto de unirse a nosotros pero la llama de su novia hizo que se fuera y todas las ganas que tenia de burlarme de hyung se fueron con él.
Siwon regreso a Canadá a arreglar unos asuntos de su empresa, Heechul tuvo que quedarse en corea para proteger a Sungmin, hyung al igual que yo nos manteníamos con la guardia alta para enfrentar cualquier movimiento de mis padres.
La cafetería regreso a su único dueño, al principio Sungmin no quería aceptar, aún seguía molesto con nosotros por no decirle la verdad, Heechul quien fue echado varias veces de esta casa no dejaba de venir y tratar de convencer a Min de que aceptara nuevamente su lugar de trabajo.
Sungmin podía llegar a ser demasiado terco cuando se lo proponía, en esa oportunidad Hyumin tuvo que intervenir y logro que Sungmin aceptara la propuesta de su hermano.
Los dos meses fueron largos y complicados, no solo para mi sino también para Heechul y para la misma Hyumin, los tres nos pasábamos la tarde entre risas y risas, en molestias y en bromas, nadie quería quedarse con los brazos cruzados cuando perdían, pronto Siwon llegaría y Hyumin esperaba por el contando cada día que pasaba.
Prometerle algo a Hyumin es cosa sagrada, sus pequeña mente no olvidaba nada de lo que escuchaba, para ella una promesa era un juramento de por vida, difícil de romper pase lo que pase, Heechul se encontraba buscando soluciones para evitar que su novio cayera en las manos de su pequeña y linda sobrina.
Nadie podía escaparse a las ocurrencias de Hyumin, cada vez llegaba de la escuela con algo nuevo, la coneja era inteligente y eran pocas las veces en que ambos discutiamos, la unión que teníamos era cada día más fuerte y eso me mantenía feliz a pesar de que aun no conversaba con Sungmin.
El padre de Sungmin aún no se decía en hablar con el de frente, Heechul como hermano mayor le explico lo que paso realmente con Eunhyuk, quien era él y como su padre lo protegía, no quería que Sungmin se pusiera incómodo con su presencia.
Sungmin al enterarse de la verdad se molestó, no le gustaba que le ocultaran las cosas y menos que con ellas se burlaran de él, estuvo sin hablarle a Heechul por una semana completa, sin embargo, un día ambos hermanos tuvieron una plática larga, nadie sabía de qué habían platicado exactamente, Hyumin trato varias veces de escuchar pero no pudo.
Al final Sungmin acepto una cena con su padre, todos iríamos a la mansión Kim, no entendía exactamente por tendría que ir yo también, Heechul no me quiso dar explicaciones concretas solo "conocerás a nuestro segundo hermano", el segundo miembro de la familia Kim llegaría en dos día, Sungmin nunca hablaba de él, eran pocas las ocasiones en donde lo mencionaba.
Los días corrían y la sensación de comunicarme con Sungmin crecía cada día más, Kibum me maldecía toda la noche por no hacer nada, en estos dos meses me criticaba que era un estúpido por estar con los brazos cruzados, y no tratar de hablar con Sungmin así él no quiera escucharme.
El tiempo que paso fue suficiente para darme cuenta que no debía estar tranquilo, que debía de arreglar y aclarar todo, Sungmin merecía mi completa sinceridad.
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Mi Niñero Favorito..Y se llama Cho Kyuhyun!
Hayran KurguPareja: Kyumin Tipo: Yaoi Género: Fluff Clasificación: M-preg - RG13 Advertencias: Ninguna. Autora: ✯Mei Mei✯ Descripción: Narra la historia de un hombre que nunca pensó en que había tenido un hijo con la persona que siempre amo, un lamentable acci...