FORBES II: A Corazón Abierto|| Fanfiction||

2. Es hora de despertar ¿no crees?

Eso si que había sido una auténtica bomba de relojería para los hermanos Salvatore.

Que el padre al que hacia casi dos años que no veían se presente de repente con una nueva esposa les había pillado de imprevisto. Y más con lo que pasaba últimamente en el hospital. Y ahora resulta que esa adorable rubia que estaba en coma en la cama era su hermana, bueno hermanastra. ¿Eso les tenía que hacer sentir peor?

Damon se había enrollado con su hermana, cosa que ahora mismo le daba repelús. Si, demasiada información en una visita.

Así que decidió largarse corriendo del hospital, no quería saber nada de nadie y mucho menos de su oportuno padre y su nueva mamá.

Su puerta de salida para cualquier problema siempre había sido su gran amigo el Bourbon, así que como era costumbre en el se fue a su bar favorito, que aunque sabía que iba a ser muy fácil de encontrar, no le apetecía pensar en otro bar, ese era como su hogar.

En cambio el Salvatore menor parecía que se lo estaba tomando peor, no se había largado del trabajo, pero era porque simplemente tenía más cabeza que Damon. Fingió con una de sus típicas sonrisas encantadoras, beso y abrazo a Liz con todas sus fuerzas y les felicito. Mirándoles falsamente a los ojos se despidió poniendo de escusa que se tenía que hacer rondas y les dejo en una sala.

Stefan se sentó en el suelo de un pasillo en el que casi nunca pasaba nadie, ese sitio le traía recuerdos, era en donde en su primer año de interinidad comía junto con sus tres mejores amigos.

   –Hey Stefan, ¿Que haces aquí?– la voz de la morena de la que estuvo enamorado durante aquel primer año interrumpió su pensamiento.

   –Kat, hola– dijo seco– nada, simplemente estoy descansando.

   –Ya– esta no se lo terminaba de creer, se sentó a su lado cruzada de piernas –¿Quieres hablar?

   –¿De que?– preguntó el Salvatore sin mirarla a los ojos.

   –Bueno, me ha dicho Lexi que tu padre esta aquí ¿Porque no estas con él?

Silencio, Stefan estaba completamente mudo, mirando a una pared, su padre era un tema que no quería tratar ahora mismo. La verdad es que nunca había llegado a superar que sus padres se divorciaran, Stefan siempre había adorado a su madre, es más en su momento la eligió por encima de su padre.

   –Stefan– llamó Katherine al ver que su mejor amigo no contestaba– ¿Que te pasa? Y no me digas que nada, que nos conocemos.

   –No, en serio, nada.

La risa de Katherine resonó en el pasillo.

   –Pues dime porque tu novia esta buscándote, ¿es eso? ¿Te has peleado con Rebekah?

   –Si– respondió al instante, esa era una salida perfecta, en parte era verdad, había discutido con Rebekah y eso era lo único que debería saber.

   –Vamos Stefan, parece que La barbie de traumas esta muy preocupada, te anda buscando como loca por todo el hospital.

   –Pues si no me ha encontrado todavía es que no esta tan preocupada, o no me ha buscado tan bien.

   –Calma tigre– dijo Katherine con las manos en alto– ¿Qué coño te ha picado?

   –Nada Kat, lo siento– se disculpo– es solo que hoy se me ha venido todo encima, y no quiero saber nada de Rebekah.

   –Entonces a tenido que ser una discusión fuerte.

   –Algo así.

   –¿No habréis roto no?