No Soy La Típica Chica© (Cancelada)

29. In your face, bitch.

NUEVO Y OFICIAL TRAILER DE NSLTC EN MULTIMEDIA. 

NOTA IMPORTANTÍSIMA DE AUTORA. 

El tiempo pasó volando hablando con Jamie, cuando me di cuenta, ya casi eran las doce de la noche. Por suerte, el lugar parecía no cerrar nunca, como mi apetito. Esos nachos para nenes de cinco años no me llenaron ni la mitad del estómago. Seguro era porque no tenía nada en mi estómago ya que gracias a las ideas de los chicos de subirnos a una montaña rusa luego de comer nos hizo botarlo todo.

Me moría por la pizza congelada del refrigerador.

—Y ya llegamos —dijo Jamie dejando que me baje primero de la moto y luego él.

El ataque-ninja-de-bichos-prehistóricos atacó mi estómago al ver que me acompañaba hasta la puerta de mi casa. Me giré a verlo. Mierda, debería ser ilegal estar tan bueno. Digo, ojos envidiables, sonrisa roba-alientos, cuerpo claramente tonificado... ¿Qué le queda a los demás simios si este se agarró todo el pack?

¿Cómo se hablaba?

—Eh, me divertí mucho —dije nerviosa.

—Yo también —sonrió.

Asentí mientras me mecía en mis talones como una niña.

—Adiós —me di la vuelta para abrir la puerta, pero antes de que lo lograse, Jamie me tomó del brazo y me giró hacia él.

—¿Ni un beso, pequeña Mad? —levantó una ceja.

—Je, primera cita, ¿recuerdas? —me encogí de hombros —. No soy fácil.

Mentira, susurró una voz en mi cabeza.

Me soltó y se cruzó de brazos mientras una lenta sonrisa se deslizaba por su boca.

—Así que no, ¿eh? —asentí —. Bien, entonces, hasta el lunes.

Dio la vuelta para ir hasta su moto.

Mi boca se entreabrió mientras lo miraba alejarse. ¿Qué? ¿Así de fácil se rendía? Estúpido Jamie.

Corría hacia él para llegar a él antes de que se suba a la moto, pero no alcancé frenar a tiempo, por lo que ambos caímos al césped con un golpe seco y un «ugsp» por parte de él.

—Ups —reí —, mis frenos son truchos.

—Ya veo —dijo con esfuerzo mientras se acomodaba mejor para que pueda mirarme —. Esperaba que corrieras hacia mi como en una peli romántica, pero no puedes hacer eso como las chicas normales, ¿cierto, pequeña Mad?

Me encogí de hombros.

—Culpa a mi padre.

Nos quedamos mirándonos, yo encima de él en una posición algo comprometedora. Hasta podía escuchar una canción de Ed Sheeran en mi cabeza para el momento.

—No me molesta estar de esta forma contigo, pero una piedra se esta clavando en mi espalda —se quejó.

—Tenías que cagar el momento, luego dices que soy yo —rodé los ojos sin moverme.

—Lo siento, experta...

Esta vez, fui yo la que lo interrumpió con un beso. Dios, amaba besarlo tanto como me gustaba comer chocolate robado de mi hermano, y eso era decir mucho. Sus manos me tomaron de la cintura mientras que las mías estaban sobre su pecho y su nuca. Su lengua invadió mi boca y no pude evitar soltar un suspiro.

La. Gloria.

Cuando nos separamos por falta de aire, comencé a levantarme al darme cuenta que estábamos en un lugar bastante público, aunque peor era que la ventana de mi hermano no estaba lejos de nosotros y si al idiota se le antojaba ventilar su asquerosa habitación, vería una escena algo... rara.