No Soy La Típica Chica© (Cancelada)

12. Castigados, otra vez. [Maratón 3/3]

FIN DE LA MARATÓN! Espero que les haya gustado :) 
No olviden de Comentar y Votar♥ 
Los quiero :* 
XoXo, LosingGripMe

  Luego de despedir mis pobres chocolates que ahora se encontraban en el viejo estómago de mi papá, me bañé, comí y me fui a dormir. A la mañana siguiente, tuve un despertador bastante peculiar, no era mi padre, ni mi hermano ni el jodido timbre. 

  —Madison —unas manos me sacudieron de la espalda de un lado a otro. 

  Gruñí a quien sea que este molestando mi hermoso sueño. ¡Ahí mis chocolates estaban vivos! 

  —Madisooon —gritaron más fuerte esta vez, haciendo que pegue patadas al azar intentando espantar a esa persona. 

  —¡Mi nariz! —gritó alguien. La verdad era que aún estaba demasiado dormida como para poder distinguir quién fue. 

  Luego de un silencio, me fundí en mi cama pensando que ya sería capaz de seguir durmiendo. Pero tan rápido como ese pensamiento vino a mi adormecida cabeza, el agua se impacto en la parte de mi cara que no estaba apoyada en la almohada. 

  —¡¿QUÉ CARAJOS?! —grité incorporandome quitando el agua fría de mi rostro. 

  Al enfocar bien mi vista, me encontré con seis pares de ojos mirandome entre con miedo y diversión. 

  —¡¿QUE MIERDA HACEN AQUÍ?! —chille como una maniática. 

  —Pensamos en venirte a buscar —dijo Logan. 

  —Pero estabas durmiendo, así que quisimos despertarte —sonrió inocente Lucas. 

  —Pero duermes como una morsa con resfrío —agregó James frunciendo la nariz. 

  Lo fulminé con la mirada. 

  Traté de no gritar insultos a tan temprana hora de la mañana, así que solo me dispuse a tomar una de las bastantes monedas que tenía en mi mesa de luz y se las comencé a tirar. 

  —¡SI! Mi sueño de que llueva dinero se hizo rea… ¡AUCH! —gritó Alex cuando una moneda le cayó en la cabeza. 

  —¡Afuera, AHORA! —todos se fueron corriendo ya que mi puntería era bastante buena y cada uno había conseguido un golpe de mis mortales monedas. 

  Nota mental: Llevar siempre esto como arma de anti-perras o anti-orangutanes-con-mal-desarrollo-neural. 

  Una vez que están casi cerrando la puerta de mi cuarto, solté un suspiro pero pronto me vi interrumpida por Jamie. 

  —Te ves lindas mientras duermes, pequeña Mad —susurró en mi oído sin que yo haya notado que había vuelto a entrar para luego guiñarme un ojo y salir de ahí corriendo por su vida. 

  Decir que me quedé petrificada sería mentira, porque juraría que ni respiraba para ese momento. Tendría que hablar muy seriamente con ese chico para que controle sus hormonas adolescentes porque la verdad que ya estaba afectando las mías… Parecía que se habían aglomerado en mi estómago dejandome un sensación de cosquilleo. ¿O habrá sido todos los chocolates del día anterior? 

  Me encogí de hombros ante mi propio pensamiento. 

  —¡APURATE, MAD! —gritaron por detrás de mi puerta. 

  Les aventé una zapatilla haciendo un ruido sordo al chocar con la madera. 

  —¿O sabes qué, linda Mad? Tomate tu tiempo, estaremos esperando abajo —dijo Alex con voz dulce, pero pude escuchar un “muevan sus culos que nos va a dejar estéril cuando salga”.