Capítulo 7.

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—Ariana, ¡Hora de levantarse dormilona! ¡Vamos! ¡Arriba! —Escucho aplaudir a mi amigo y muy a mi pesar, abro los ojos. Me reincorporo aún adormilada y bostezo —No puede ser, tendrás que tomar una bebida energética, ni de chiste vas a librar así el día —Asiento en acuerdo —Anda, ve a bañarte, mientras tanto, le prepare el desayuno a Paloma e iré a conseguirte algo, para que despiertes. Te quiero lista en veinte minutos, dúchate con agua fría, eso te ayudará un poco, ¿Ok?

—¿Estás loco? ¡El agua está helada en la mañana! —Chillo.

—Y así sentirás más frío, que sueño, así que rápido, ¡y has lo que te digo! —Me ordena firme y yo bufo.

¡Como si le fuera hacer caso!

Alex, entrecierra los ojos —Mas vale que lo hagas, si no quieres que yo mismo te duche —Me advierte.

—En este punto de mi vida, pienso que estas fingiendo ser gay, solo para verme desnuda —Le acuso falsamente.

Él vuelca los ojos —¡Ja! Ya quisieras, querida... Pero aunque esto te rompa él corazón, a mi solo me gustan los penes... —Me responde divertido al ver mi reacción.

—Tu nunca vas a cambiar, ¡Eres un pervertido! —Exclamo.

Me levantó y me dirijo al cuarto baño.

—¡No te quejes! ¡Tu empezaste! —Se queja infantilmente y yo río.

Salgo a mi habitación, con la toalla cubriendo mi cuerpo. Mi amigo tenia razón, ahora en lo único que pienso es en abrigarme y no en dormir un poco mas.

Me cubro con un abrigo color café, él ultimo regalo que me dio mi mamá, hace un par de meses. Nuevamente guardo mi pijama en mi bolso. Y salgo con ella hacia la cocina. Donde me encuentro con la gran sorpresa, de ver ahí, a mi madre, desayunando junto con Alex.

—Mamá, ¿Que haces aquí? ¿Como estas? —Le preguntó inmediatamente, empezándome a preocupar.

Ella bufa —Hoy amanecí muy bien, tenía ganas de levantarme de esa horrible cama, ¡No me lo arruines! —Exclama infaltimente.

Y yo río, mientras niego con la cabeza. A pesar de todo, me embarga una inmensa felicidad a verla de pie, hay días que amanece tan deprimida que no quiere ni mencionar palabra alguna.

—Aunque no lo acepta, se que le encanta mi estancia aquí, ¡Necesitaban a un sol como yo, para iluminar esta cueva, carajo! —Dice mi amigo, divertido.

Veo a mi mamá reír abiertamente —¡No te creas tanto, cariño! —Le contesta divertida.

Hace una falsa mueca de ofensa —Mira Paloma, puedo perdonarte que no hayas hecho bonita y normal, a la única hija que tienes, pero que no aceptes que te hago feliz, ¡Eso si que no! —Le doy un golpe en el brazo y el suelta un pequeño quejido. ¡Ni aguanta nada! —Creo que alguien de este grupo, que no eres tú Paloma, ni mucho menos yo, necesita un novio urgentemente.

—¡Yo no necesito novio!

—Claro que si.

—¡No!

—¡Qué si! ¡Eres una amargada!

—Silencio los dos, parecen unos niños —Nos regaña mi mamá —Y creo que Alex, tiene razón, necesitas un novio, hija —Entrecierro los ojos y le masculló un "traidora", mientras que mi amigo, se ríe de mí —Pero tú también jovencito, ¿Qué acaso ninguno piensa presentarme un novio? ¿Un amigo? ¿Un amante? ¿Nada?

Te odio, mi amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora