Siento cosquillas en mi cuello, me muevo incómoda, tratando de eliminar esa sensación, pero al no lograrlo, me obligó ha abrir los ojos. Me doy cuenta que Aaron está tan junto de mí, que su respiración me despertó.
Paso mi brazo por debajo de su cuello, y paso mis dedos por su cabello. Él siente, y ahora posa su cabeza en mi pecho ---Buenos días, dormilona ---Dice con voz ronca contra mi cuerpo.
Suelto una risilla ---Buenos días.
Se separa de mí, para depositar un beso en mi frente y otro en mis labios ---Muy buenos, diría yo ---Responde mirando fijamente mis labios.
Vuelvo a reír ---¿No crees que sea buena idea si vamos a trabajar?
Niega ---No, no es buena idea, tenía pensando no levantarme de esta cama en todo el día, comer como nunca, y si estoy de suerte, hacerte el amor.Siento la sangre acumularse en mis mejillas, por sus últimas palabras.
Se acerca a mí y profundiza el beso, rápidamente sus caricias aumentan de tono y me entrego nuevamente a él.
Nos levantamos alrededor de medio día, decidimos ducharnos juntos. Me visto con uno de sus bóxer y con una camisa de él ---Me encanta como te ves con mi ropa, nena ---Está a punto de besarme nuevamente, pero el sonido del teléfono de su buro, empieza a sonar, frustrado se aleja de mí y lo contesta ---¿Qué pasa, Cristobal?... ¿Qué? ¿Qué demonios hace aquí?... ¿Ya subió? Carajo, no te preocupes, yo me encargo.
---¿Ocurre algo? ---Le pregunto preocupada.
---No, ahora vuelvo, tú quédate aquí ---Me exige frío.
Lo observó salir de la habitación, poco después una voz chillona inunda la estancia.
Me siento en la esquina de la cama, pero con cada minuto que pasa me siento más ansiosa, ¿Quién es?
Abro la puerta silenciosamente, y asomo mi cabeza...
Es una mujer.
Una muy hermosa mujer.
Y cómo si mis pies tuvieran vida propia, salgo completamente y empiezo a caminar.
Y antes de siquiera razonarlo, ya estoy frente a ellos.
Ella me observa con una ceja arriba, y una sonrisa burlona en su cara. Él simplemente me fulmina con la mirada ---No sabía que estabas acompañado, cariño ---Habla con la voz llena de diversión. Aaron no contesta ---Aunque antes tenías mejores gustos.
Espero que él hable para defenderme.
Pero no lo hace.
Un dolor agudo se instala en mi pecho ---¿No me vas a presentar, Aaroncito? ---Todo lo que dice esa mujer, lo estoy sintiendo como una dolorosa bofetada.
---No es nadie importante ---Le responde con la mirada clavada en el suelo.
Ella suelta una escandalosa carcajada y me observa nuevamente, formando un puchero ---¿Qué pensabas, cielo? ¿Qué lo ibas a enamorar sólo por acostarte con él? ---Chasquea la lengua y vuelve a reír como si se hubiera dado cuenta de algo ---Por eso no contestabas mis mensajes, ¿No es así? ---Le cuestiona a él. ---¿Cuánto tiene contigo? ¿Una semana? ¿Dos semanas? Yo creo que dos, un día antes estuve con él y debo decir que fue el mejor polvo de mi vida, y supongo que también para él, solo hay que verte, cariño. Qué pena.
Cruzó mis brazos, y ahora soy yo la que sonríe sarcasticamente ---No hables tanto, cariño ---Uso la misma palabra despectiva que ella ---A fin de cuentas no soy yo la que vine a tocar a su puerta, porque no me llamaba desde que tuvimos sexo ---Ella abre la boca para defenderse, pero no dice nada. Sintiéndome poco mejor, salgo de ahí y vuelvo a la habitación.
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Te odio, mi amor.
RomantizmTiene demasiados tatuajes, si. Pero no por eso, es el típico chico malo de todas las historias. El no tiene un pasado violento, pero si uno muy doloroso. El no boxea ilegalmente, por nada del mundo permitiría que su linda cara se viera afectada por...