La curiosidad mató al gato.

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*Narra Sylver*

Aquella mañana me levanté inusualmente pronto. Salí al exterior y busqué el querido arbol que mis padres habían plantado antes de morir.

Me puse a sus pies y miré al cielo, observando como las nubes lo cruzaban lentamente.

De repente, por encima de mi cabeza, pasó un enorme felino. Su pelaje era negro como la noche, lo que le permitía camuflarse en las sombras.

Sin poder combatir la curiosidad le sigo con mi agilidad adquirida tras tantos años sobreviviendo sola en el bosque, pero el animal tiene una agilidad innata, así que mis piernas sufren mientras lo sigo.

Llegamos a un acantilado cuyas paredes estaban recubiertas de plantas y el animal se detubo.

Yo me escondí tras la vegetación para obserbalo. Tenía unos ojos con tonos azules, rosados y violetas. Eran los ojos más extraños que había visto en mi vida.

Entonces la bestia se sentó y una luz azul recubrió su cuerpo. Cuando abrí los ojos pude ver a un chico de cabello negro y con los mismos ojos que la bestia.

¡Era una criatura! En ese momento el chico se sorprendió y cerró los ojos intentando agudizar el oído, giró la cabeza hasta que se me quedó mirando fijamente y empezó a avanzar.

Temblando de miedo tanteé en mi bolsa hasta cojer un afilado y largo cuchillo. Lo alcé ante mí, pero él seguía avanzando.

-¿Quién eres? ¿Y qué haces aquí?

Paralizada por el miedo no fui capaz de hablar.

Entonces el puso sus manos sobre las mías, que aún seguían empuñando el cuchillo y me sonrrió con dulzura, mostrando sus colmillos.

Sin Dolor #BOTS PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora