Sweet Attraction. [Attraction #2]

Capítulo 5: Alócate por una noche.

Narra Eleonor.

—No voy a ponerme eso, Eleonor, no lo haré. —La resistencia que estaba poniendo Vera al pequeño vestido azul que tenía listo para ella me hizo sonreír. Pobre ingenua.

—Hará que luzcas sexy, corazón, hazme caso y póntelo —Miré mis uñas para demostrar lo despreocupada que estaba—. Scott no podrá resistirse a ti si lo llevas puesto.

Cien puntos para mi por haberle dado en el clavo. Las mejillas de la pobre chica se enrojecieron mientras intentaba mirada hacia otro lado para evitar que nos diéramos cuenta. Sally arqueó una ceja en mi dirección mientras salía del baño con el cambio que había preparado para ella. Lucía adorable. Sonreí ampliamente al ver que la camisa y la pollera negra al cuerpo le lucía tan bien.

—Parezco una secretaria, Eleonor, ¿Qué diablos? —Sally se observó al espejo por un largo rato.

—Te queda bien, no discutas. —Me crucé de brazos un poco indignada porque pusieran en duda mis elecciones. Jamás me equivocaba con cosas así.

—Luces preciosa, Sally, eso es cierto —Vera sonrió a mi amiga mientras admiraba su vestuario—. Definitivamente usaría algo así.

—Pues te lo cedo —Los ojos de Sally estaban puestos en el diminuto vestido azul. Había algo en esa mirada que me dejo más que claro que sería de ella—. Estoy segura de que adoraré ese vestido azul y que alguien más lo hará también.

—De acuerdo. —Vera no estaba demasiado convencida, pero Sally no le dio tiempo de pensarlo porque le arrebató la prenda de las manos.

— ¡No puedo creer que arruines mis planes, Sally Hyde! ¡Te odio! —Me crucé de brazos un poco molesta de que las cosas se me fueran de las manos.

— ¡Espera a vernos y luego habla, Elle! —Sally rió de detrás de la puerta del baño ante mi respuesta un tanto infantil.

—Me iré a cambiar a la habitación de Ryan. —Tomé mi cambio y me fui, dejando que las rebeldes se hicieran cargo de su vestuario. Al final me moleste al pedo.

Un poco molesta por la forma en la que se estaban llevando adelante las cosas, me encerré en la habitación de al lado para prepararme. Necesitaba estar a la altura de cierto futuro medico. Haber llegado al lugar con Carter no hizo grandes cosas con mi autoestima, el chico lucía increíblemente guapo y no pude evitar observarlo todo el tiempo. Lo devoré con la mirada. Había despertado en mí el hambre que siempre sentía por él, pero con aún más fuerza. Tenía el presentimiento de que esta noche enviaría a la mierda todos los esfuerzos por mantenerlo al margen y me lanzaría a sus brazos de buenas a primera.

Lo extrañaba demasiado. Estaba más que segura que no quería terminar como mi madre, pero lo que sentía se hacía cada vez más fuerte y, poco a poco, comenzaba a importarme una mierda lo que nos depararía. Quería disfrutar del dulce presente.

Tranquilamente podría hacerme la otra, olvidarme de él y enfocarme en Luke; sería la salida fácil. Pero no me nacía hacerlo, no podía. Tenía que reconocer que desde él no había existido ningún otro hombre en mi vida, ni en mi cama, ni entre mis piernas. Había sido bastante difícil intentar acercarme a alguno sin pensar en Carter y eso me estaba volviendo loca. Vamos, Elle, concéntrate esta noche en Ryan. Me obligué a dejar de pensar en cierto Doc. Y me puse en marcha con mi vestimenta.

El short negro que había elegido con mis amados tacones rojos hacía lucir a mis piernas mucho más largas de lo que eran, obligando a que todos les dirigieran una mirada. En la parte de arriba había elegido un top bastante simple, blanco, que dejaba al descubierto una franja de la piel de mi estómago sin mostrar el ombligo gracias al tiro alto del Short. El toque de color iba en la chaqueta, los zapatos y mis labios, todos de un rojo bastante llamativo, haciéndome sentir caliente como el infierno.