Sweet Attraction. [Attraction #2]

Capítulo 20: Me voy.

Narra Carter.

30 de diciembre a las 18:15.

—Hola. —La voz de Lilly se hizo presente en mi habitación mientras continuaba con el desastre que se había convertido mi habitación.

—Hola. —Murmuré mientras iba al cuarto de baño por lo que me faltaba.

—Estás haciendo la maleta. —Sí, lo estaba haciendo. Había una pila de ropa que debía doblar y guardar, tenía mi botiquín de primeros auxilios y un par de provisiones para atender heridas de mayor gravedad.

— ¿Me quieres ayudar? —Lilly asintió y se sentó en el borde de mi cama para comenzar a doblar la ropa. Su rostro reflejaba lo que estaba sintiendo, era tan transparente que a veces me dolía sólo verla intentando resolver los conflictos que tenía.

—Sabes que estaré bien, sólo es un viaje de estudio. —Me senté a su lado y comencé a guardar todos mis instrumentos médicos, controlando la lista que tenía.

—Estás escapando otra vez, no quieras hacerme ver otra cosa —Ella seguía esquivando mi mirada—. Eleonor rompió tu corazón y te estás yendo por culpa de ella.

—No es tan así, pequeña —Sí era cierto que lo que había pasado con Eleonor era un motor para hacer el viaje, pero también tenía que ver conmigo. Necesitaba volver a centrarme en lo que yo quería—. Hay gente que necesita mi ayuda y es una oportunidad única para mí, para adquirir experiencia.

—Puedes montarte el circo que quieras en tu cabeza, Carter, pero te conozco —Lilly tomó mi mano entre las suyas—. Te conozco, hermano, se que necesitas irte para sanar y está bien.

—Lilly...

—Esa perra no te merece ni un poco, me alegro que se haya ido de tu vida —El enojo de Lilly iba creciendo y me molestaba demasiado lo que pensaba de Eleonor—. Sólo juega con los hombres a su antojo, buscando conseguir el mejor pos...

—Si has venido a insultar a Eleonor te voy a pedir que te retires, Lilly —La sorpresa en su mirada fue grande. Por supuesto que iba a imaginar que no la iba a defender—. Puede que haya tenido un problema con ella, que no haya funcionado lo nuestro, pero no tienes por qué hablar así de ella si ni siquiera la conoces.

—Pero, Carter...

—No, Lilly, no tienes derecho —Me volví a parar para ir a tomar un par de libros del estante—. Puedes guardarte tus pensamientos para ti, yo no los quiero conocer.

Nos mantuvimos en silencio por un largo tiempo. Seguí guardando las cosas en la maleta mientras Lilly doblaba la ropa. Su ceño fruncido era una clara señal de que no estaba de acuerdo conmigo pero que no forzaría las cosas. Extrañaría sus planteos. Tomé la libreta en la que había tomado un par de notas con los síntomas que más frecuentes se presentaban en la región, preparándome para lo que me esperaba. Lilly acomodó cada prenda de ropa que había doblado, dejando el espacio necesario para las gasas, el alcohol etílico y los instrumentos que había preparado para llevar.

—Esto de tener un hermano que salve al mundo puede ser agotador a veces —Lilly se tiró sobre mi cama luego de terminar de acomodar todo—. Deja que me recupero y me siento en la maleta para que puedas cerrarla.

—Muchas gracias, señorita asistente —Me acosté a su lado, mirando el techo como si fuese lo más interesante del mundo—. Sabes que voy a extrañarte, ¿No?

—Si no me extrañaras, te aseguro que soy capaz de ir detrás de ti y obligarte a que lo hagas —Sonreí ante sus palabras. Por supuesto que Lilly se encargaría de que la extrañara—. Yo, por mi parte, voy a continuar con mi vida tranquilamente. Sobre todo ahora que voy a ir a la universidad, diga lo que diga papá.