Sweet Attraction. [Attraction #2]

Capítulo 7: Charla familiar.

Me desperté sintiendo cálida, como si una gran manta me estuviese cubriendo y mi corazón alegre por esa sensación. Cárter estaba a mi lado. Su brazo rodeaba mi cintura, manteniéndome lo más cerca que podía, como si intentara que no me escapara. Sonreí como una idiota sin abrir los ojos porque, por alguna razón, tenía miedo de que todo se esfumara.

No tenía idea a donde iríamos de aquí para adelante. Pero estaba segura que me encontraba dispuesta a descubrirlo, necesitaba hacerlo. Cárter merecía la pena, lo que teníamos era demasiado bueno como para dejarlo pasar y quería hacer algo por mí, para mí, sin que la opinión de los demás realmente me afectara. Era el momento de ser más Eleonor que nunca. Todo el mundo me conocía como la chica que iba contra lo que todos opinaban y era hora de dejar bien en claro mi postura.

Me acurruque un poco más, rodeando el estómago de Cárter con cuidado de no despertarlo, antes de abrir los ojos y poder contemplarlo mientras dormía. Pero no era la única que se había despertado. La sonrisa perezosa que cruzó su rostro hizo que mi corazón latiera con rapidez, provocando que me despertara del todo. De un momento para el otro era muy consciente de su cuerpo pegado al mío, en algo así como un abrazo sin espacios que nos separaran.

—Buenos días, Rubia. —Carter beso la cima de mi cabeza mientras que la mano que estaba en mi cintura comenzó a moverse de arriba hacia abajo, recorriendo el contorno de mi cuerpo.

—Buenos días, Doc. —Bese su pecho, tomándolo por sorpresa y no me perdí la reacción ante la muestra de cariño que acababa de darle.

— ¿Quieres que prepare algo de desayunar? —Susurró, como si se tratase de un secreto— Se rumorea que soy un buen cocinero...

Cuando movió sus cejas de arriba hacia abajo, como intentando acentuar el "rumor" de sus cualidades culinarias, fue todo lo que necesite para tirarme a encima de él. Pero, literalmente tirarme sobre Cárter. El chico comenzó a reír en cuando me subí a horcadas sobre su cuerpo, antes de comenzar a besar todo su rostro hasta llegar a mi premio: su boca. Sus risas menguaron cuando nuestros labios se unieron y sus manos se aferraron a mi cuerpo cuando la cosa se fue intensificando. Definitivamente me encantaba este chico.

La cosa hubiese seguido su curso, provocando que Carter y yo nos quedáramos un buen rato más en la cama, si no fuese porque alguien llamó a la puerta. No podía ser ella, se suponía que estarían todo el fin de semana afuera. Los golpes en la puerta se intensificaron, lo que me llevó a decir una gran cantidad de palabrotas que ninguna persona usaría para referirse a su madre. Sip, era ella la que seguía taladrando mi puerta sólo porque había sido inteligente al cerrar con llave la noche anterior. Nunca levantaría la voz ni me llamaría como cualquier madre lo haría, así no funcionaban las cosas con Rachele Cray.

— ¿Debería preocuparme? —Carter ya se encontraba sentado en medio de mi cama mientras me observaba correr por mi habitación en busca de ropa.

Irónico, teniendo en cuenta que estaba a pasos de mi gran armario. Tomé una gran respiración y corrí hacia las puertas de mi armario para entrar a buscar un conjunto. Realmente no miré lo que tomé, sólo me puse una camisa y unos pantalones cortos que podrían pasar por pijama, con la intención de enfrentar a mi madre.

— ¿Eleonor? —Carter. Me levanté el cabello en una coleta bastante desordenada antes de acercarme a la cama y darle un beso en los labios.

—Sólo haz silencio por un par de minutos. —Él asintió, yo sonreí y fui directo a la puerta para atender a mi madre.

No me sorprendió encontrarla en uno de sus más caros atuendos, señal de que estaba por salir de casa o que sólo quería presumir ante alguien su posición social. Odiaba completamente que lo hiciera. Respiré profundamente y sonreí tan falsamente como cada vez que mi madre intentaba meterse en mi vida.