Sweet Attraction. [Attraction #2]

Capítulo 9: Un amigo enamorado.

Narra Eleonor.

Días espectaculares y salir de compras para matar el tiempo. Lo cierto es que mi vida era brillante como el sol que me bañaba con sus rayos en el rostro en estos momentos. Iba cargada de bolsas después de un largo recorrido por las tiendas del centro comercial, con una sonrisa idiota en los labios y deseando que llegara la tarde para poder ir a ver a Carter cuando terminara con la reunión que tenía con sus compañeros.

Había llamado a Sally para que me acompañara, pero estaba pasando tiempo con su padre quien lo estaba ayudando con algo para regalarle a Noah. No estaba muy segura de que se trataba, pero estaba relacionado con la cantidad de tiempo que llevaban juntos o algo por el estilo. Sólo esperaba que realmente sean felices porque si había una pareja adorable en el contraste eran esos dos.

— ¡Elle! ¡ELEONOR CRAY TE ESTOY GRITANDO! —Volteé ante el llamado de una voz conocida, un hombre que jamás le gritaba a una mujer a menos que le interesara.

—Debería ignorarte como tú lo has hecho cuando te llamé para ir a comer —Puse los ojos en blanco mientras dejaba que me abrazara a modo de saludo—. Ahora, no puedo ni saludarte por tener mis manos ocupadas.

—Estas enojada, lo entiendo, pero no por eso me vas a rechazar una invitación —Scott sacó su labio inferior a modo de puchero—. Anda, ven a merendar conmigo y con Vera.

—Dios, Scott, ¿Cuántas veces te tengo que decir que no funciona que saques tu labio conmigo? —Era la segunda vez, en menos de quince minutos, que este chico me hacía poner los ojos en blanco— Sólo iré para terminar de analizar a Vera.

— ¿A caso todavía no le diste el visto bueno para que esté con tu mejor amigo?

—Ella tiene el visto bueno desde que la vi —Y vamos por la tercera, en serio, Scott tenía que dejar de decir cosas obvias—. Era tú el que está bajo la lupa, quiero asegurarme que eres lo suficientemente bueno para ella.

—Vaya, es bueno saberlo.

—El que avisa no traiciona. —Le guiñé un ojo y me encaminé a la salida del Centro Comercial. Tenía que deshacerme de las bolsas que no me permitirían disfrutar de un rato con amigos.

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Después de debatir un rato, Vera nos convenció para que fuéramos a su casa porque no había manera de que dejara a su hermanita sola mientras su mamá trabajaba. Scott lucía un poco nervioso, cosa no muy común en él; actitud que me hizo recordar que Vera no le había dicho de su hermanita a Scott hasta ese momento en la fiesta de beneficencia donde se le escapó mientras hablaba con Carter. Había creído que ese tema se había solucionado, los chicos parecían más unidos que nunca, pero la actitud de mi amigo estaba haciendo que dudara un poco.

—Scott, me estás poniendo nerviosa y eso no es buen cuando estoy manejando.

— ¿A qué te refieres?

El chico parecía tener un terremoto en la pierna y eso se estaba llevando mi atención, poniendo en riesgo nuestras vidas porque no estaba prestando atención al camino. Tenía el rostro serio, con una expresión que podía espantar a cualquiera y su pierna que no dejaba de moverse. Todo a su alrededor era tensión y estaba decidida a quitarla. Sorprendiéndolo un poco, paré a un costado del camino para que pudiéramos hablar sin que la posibilidad de chocar estuviera dentro de nuestras opciones.