Capítulo 15: Siempre serás la nena de papá.

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Narra Eleonor.

Comenzaba a caminar por las paredes a causa de los nervios que empezaban a aparecer con rapidez a medida que la hora de la cena con la familia de Carter se acercaba. Si, probablemente estaba exagerando; más teniendo en cuenta que faltaban doce horas para que Carter pasara a buscarme. Sin embargo, nada quitaba la sensación de ansiedad que estaba sintiendo en ese momento. Era una maldita montaña rusa de emociones. Varias veces estuve a punto de cancelarle, de decirle que no podría ir, que estaba enferma o algo por el estilo. Pero no podía hacerle eso a Carter, no con todo lo que lo quería.

Había pasado los días intentando no pensar en lo que ocurriría, incluso me ocupé de preparar todo lo de la fiesta del cumpleaños sorpresa de Sally para distraerme. Había hecho compras de navidad, ayudé a Vera con el regalo que le haría a Scott y pasé tiempo con su hermana para que ellos pudieran disfrutar de todo un día a solas. Incluso había salido de paseo con Noah y Ryan, en un intento por levantarle el humor al mayor de los Specey que andaba muy sombrío. Toda distracción era bienvenida, pese a que sabía lo que me esperaba.

Sally me había convencido de ayudarme a elegir mi atuendo la tarde anterior cuando, en realidad, ambas sabíamos que lo único que pretendía era comprobarme. Ella sabía el pánico que sentía por terminar como mi madre y lo que implicaba para mí concurrir a una cena con tanto preparativo diciendo que era la novia de Carter. Estaba poniendo un cartel de neón sobre mi cabeza para que todo el mundo supiera de mi existencia. Lo cierto es que lo había sólo porque Carter era para mí mucho más de lo que podía admitir en voz alta. Sally lo sabía y quería asegurarse que estaba en mis cabales cuando se me ocurrió aceptar.

Lo que ella no entendía era que, pese a no querer convertirme en un maldito trofeos, deseaba pasear entre todas esas personas del brazo de Carter como su novia. Era algo que quería demasiado y no entendía muy bien porque era una clara contradicción a mis principios. Tal vez sea porque lo quieres más de lo que vas a reconocer. Los celos no eran algo que me caracterizara pero sería muy divertido ver como todas las zorras que estaban detrás de él morían de envidia, sobre todo su ex. Estaba segura que esa chica iría y no pensaba dejar a Carter en un lugar en donde ella estuviera, por más enamorado de mí que estuviese.

—Veamos que es lo que tienes... —Sally se metió en mi guardarropa en busca de lo que luciría esa noche. Lo que mi amiga no sabía era que, en una bolsa, tenía el vestido perfecto para esta noche. Se suponía que debía lucir como una chica decente, no como una bomba sexy que quiere llamar la atención.

—Sally, nada de lo que está allí te servirá... O es demasiado corto o demasiado escotado —Cuando ella asomó la cabeza por la puerta de mi closet me encogí de hombros—. No hay nada acorde para la fiesta a la que estoy invitada.

—Se supone que seas tú misma —Sally frunció el ceño—. No necesitas cambiar para complacer a los demás.

Lo que mi amiga no entendía era que yo quería cambiar. No había algo o alguien que me pidiera que lo hiciera, ni siquiera Carter estaba enterado de mis intenciones. Tenía la maldita necesidad de sentirme lo suficientemente buena como para acompañarlo y ser llamada su novia. Sí, otra contradicción más. Mucho tiempo atrás había decidido hacer lo que me daba la gana sin tener que complacer a nadie, pero la necesidad irrefrenable de querer sentirme a la altura me había atormentado a lo largo de los días.

—Mira la bolsa que está del lado derecho y dime lo que opinas... —Esperaba que Sally lo aprobara. Había buscado un punto intermedio, algo que me identificara y que, al mismo tiempo, cumpliera con todos los requisitos protocolares que mi madre se había empecinado en que aprendiera desde chica.

Sweet Attraction. [Attraction #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora