La luz llenaba toda la habitación, excepto el duro corazón de aquel hombre que se acababa de despertar. Mira hacia el lado izquierdo de la cama, y observa el cuerpo de la mujer con quien se había acostado la noche anterior. Suspira con pereza, toca su espalda moviendola para que se despierte.
—Es hora de irte. — Le dice.
Se pone de pie y va hasta la que es su habitación, aún no entendía porque con todas las mujeres que se acostaba las llevaba a la habitación de huéspedes, era como un pequeño pacto que había realizado sin darse cuenta. Abre el closet, escoge la ropa que se pondrá ese día, luego, entra al baño y se da una ducha lenta. Esperaba que la mujer cuando saliera ya se hubiera ido, de su apartamento. Sale de la ducha con una toalla, allí se viste y sale hasta la cocina, para servirse un café cargado antes de dirigirse a la universidad, dispuesto a tomarse tranquilamente su bebida se dirige a la sala, pero la presencia femenina lo detiene. No negaba que la había pasado bien con la mujer, sólo que no era algo que no hubiese sentido antes, solo era sexo.
— ¿Qué continuas haciendo aquí? —Le dijo duramente.
—Es que yo —habló nerviosa, la presencia de ese hombre la intimidaba—... Es que yo pensé que esto no sería así.
—¿Cómo? —Le pregunta mirandola firmemente. Lleva la taza a su boca y sorbe sin dejarla de mirar.
— No lo sé —. Es que yo pensé que... —Él la interrumpe.
—Es que tú pensaste nada. Ayer te explique lo que quería de ti —la joven lo miro con desilusión. Y eso si que le molesto a Thiago—. No me hagas esa cara —la observo—, ayer te dije en esa discoteca que quería de ti. Y tú aceptaste, la pasamos bien eso es todo —La mira. Ella asiente. — Entonces, te agradecería si por favor abandonas mi morada —concluye.
Continua su camino hasta el sofá y deposita con tranquilidad el café en la mesa. Mira su reloj de mano, veinticinco minutos para las ocho, le quedaban cinco minutos para tomarse su bebida. La mujer aún no se va, siente la mirada a sus espaldas. Ella tan solo esta allí, esperando a que fuera una broma, y que después ese hombre se arrepintiera de lo dicho. Espero un poco más, pero nada fue lo que sucedió.
—Eres un idiota —le dijo desde atrás. La joven abre la puerta marchándose enfadada.
Ninguna de las mujeres con las que se acostó durante ese mes, había entendido lo que buscaba de cada una de ellas, no sabía para que se tomaba el tiempo de explicarles si ellas al otro día se enojarían. É no era el tipo de hombre que le gustaba ilusionar a las mujeres haciéndoles creer que luego las llamaría o que saldría luego con ellas, no, él no era así. Había salido con mujeres hermosas, amables, engreídas, sencillas, locas, con casi todo tipo, pero su corazón se había enfriado, como si ya no pudiera sentir amor.
Términa su café colocando la tasa en la mesita , se levanta busca las llaves del auto, y su bolso. Conduce relajado hacía la universidad, y estaciona cerca a la facultad de ingeniería, se baja, camina hasta una pequeña cafetería y allí compra un cigarrillo, le pide a la tendera un encendedor y para ayudar, inhala pequeños sorbos de nicotina para que el cigarro encienda. Se sienta en una banca a esperar a sus amigos para entrar al salón.
Mira a su alrededor, con algunas mujeres ya se había acostado y ellas habían entendido al día siguiente que sólo era sexo, eran como él, sólo querían vivir el momento. Era difícil encontrarlas, pero no imposible, pero habían otras que veían en él un príncipe azul, y él no era nada de eso. Otras habían querido antes retenerlo con un hijo, y eso ya le había pasado en varias ocasiones. Sin embargo, después de unas cuantas pruebas de embarazo sus mentiras acababan. No creía en esa mierda que llamaban amor, pensaba que solo era un negocio bien remunerado que se habían inventado para que las personas gastaran más dinero innecesariamente. Se acomoda bien en la silla, mira su reloj, tres minutos para entrar a clase. « ¿Quien será la dichosa mujer que "casualmente" encontraré?» Observa a las transeúntes, y allí entre toda la multitud, Thiago la vio.
► En galería Toni Mahfud como Thiago.
Espero les haya gustado el capítulo.
Sky Dawn.
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Solo Ella ©
Storie d'amoreAria y Thiago, son dos personas demasiado diferentes para encajar en el mundo del otro. Ella fuerte físicamente, pero frágil por dentro. Él, duro como una roca y sin miedo a destruir el corazón de cualquier mujer. Algo en común, ambos habían sido en...